El miércoles se inició la capacitación de quienes serán los miembros de las juntas receptoras del voto el 20 de agosto de 2023. El Consejo Nacional Electoral (CNE) ofrecerá el entrenamiento hasta el mismo día de los comicios, según el calendario oficial.
Es irreal que en esa última fecha pueda realizarse una capacitación que se convoca de manera presencial en las 24 delegaciones provinciales electorales y en los puntos habilitados en cada jurisdicción. Ese es un punto para transparentar: el 20 de agosto, los miembros de las juntas receptoras del voto no pueden ir a entrenamiento; deben estar instalados en los recintos a los que hayan sido asignados. Es cuestión de sentido común.
Otro punto es la notificación y responsabilidad de conocer quiénes están seleccionados. En una elección extraordinaria como la que se aproxima debe haber colaboración transversal. No se puede solo esperar una alerta del CNE; los ciudadanos pueden y deben hacer las consultas respectivas. Para conocer si una persona fue designada para una junta receptora del voto y los sitios de capacitación en cada provincia, se puede consultar en la página web institucional www.cne.gob.ec.
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No hay opción de argumentar desconocimiento. El ciudadano que no asista a la capacitación obligatoria será sancionado con una multa del 10 % de un salario básico unificado: 45 dólares. Y luego se suman otros valores por no integrarse a la mesa el día de la jornada electoral, por no votar o por acudir y abandonarla.
No solo se trata de las multas, que son una carga antipática para cualquier persona. Aquí hay un aporte democrático, una responsabilidad ciudadana, un deber para con el país. Pueden parecer lugares comunes, pero hay que tener presente que así como a los partidos políticos se les exige proponer candidatos probos, quienes han sido seleccionados para integrar las juntas del voto deben ir preparados para no cometer errores, para trabajar con transparencia y que al final se tenga una jornada en paz y con resultados sin sombras de duda. (O)