El 13 de abril pasado fue entregado a la Asamblea Nacional el Proyecto de Ley Orgánica de Protección y Desarrollo Integral para las Niñas y los Niños de la Primera Infancia, elaborado por el Gobierno nacional en conjunto con la sociedad civil. Una propuesta del texto es el teletrabajo para madres de hijos menores de 6 años.

Es un planteamiento interesante considerando que los chicos están en plena etapa de desarrollo evolutivo, asimismo es una oportunidad para analizar lo que ha pasado con el teletrabajo en general.

El Acuerdo Ministerial MDT-2022-237, suscrito el 23 de diciembre del 2022, establece que el teletrabajo reviste todas las garantías y derechos establecidos en el Ministerio del Trabajo; que las partes (empleador y empleado) podrán pactar, en cualquier momento, que la prestación del contrato de trabajo se realice mediante la modalidad teletrabajo, debiéndose definir el periodo de vigencia.

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“Tras la pandemia, por el encierro y el teletrabajo, se han presentado problemas ergonómicos y psicosociales”

Los contratos de teletrabajo deben registrarse en el ministerio del ramo. El momento más alto de estos reportes fue marzo de 2020 cuando hubo 81.952, en plena pandemia del COVID-19; en todo el 2021 se anotaron 24.611 contratos bajo esta modalidad; en 2022 fueron 9.365 y entre enero y febrero de 2023 suman 1.555.

La intención de implementar el teletrabajo para madres de hijos menores de 6 años que se deberá debatir en la Asamblea es buena, pero tanto para este segmento como para los trabajadores en general que laboren en esta modalidad hay una serie de reglamentaciones a cumplir para que el modelo no fracase como parecen reflejar las cifras en descenso de los registrados en el Ministerio del Trabajo.

La desconexión por doce horas continuas está establecida, pero según un estudio desarrollado en 2021 por la Organización Internacional del Trabajo, no se garantiza. El tema de la confianza también afecta la modalidad, para lo cual hay solución en los encargos por metas. Y no se puede negar el abuso de confianza, sin embargo, todos tienen solución en las partes y las leyes. (O)