Mientras celebramos el 75.° aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas con nuestros amigos de América Latina y el Caribe, incluyendo Ecuador, me complace el notable progreso que hemos logrado en la construcción de una asociación duradera.
Türkiye puso en marcha por primera vez en 1998 la Política de Apertura y Plan de Acción para la región, como parte de su orientación estratégica hacia el desarrollo de relaciones con geografías lejanas que ofrecen potencial. El plan fue revisado en 2006 y ese mismo año fue declarado Año de América Latina y el Caribe, lo que diversificó nuestras relaciones en varios ámbitos.
Con nuestra política de apertura la representación de nuestro país en la región creció de seis embajadas a 19 y un consulado general en 2025. En este periodo también aumentaron las visitas de alto nivel, y se han firmado numerosos acuerdos en diversos ámbitos.
Del mismo modo, nuestro volumen comercial con los países de la región pasó de $ 1.000 millones a principios de los 2000 a $ 15.600 millones a finales de 2024. Nuestras cualidades, que se complementan, ofrecen una visión de futuro común para establecer nuevas asociaciones comerciales y de inversión frente a la creciente ola de proteccionismo. Algunas de nuestras empresas han aprovechado esta oportunidad con inversiones, principalmente en construcción, energía, agricultura, turismo, salud e industria de defensa.
Por otro lado, Türkiye defiende la responsabilidad compartida ante los problemas comunes y ha establecido una cooperación fructífera con los países de la región en plataformas internacionales como ONU, OEA, Alianza del Pacífico, la Comunidad Andina, el Mercosur, Caricom y Cepal.
Además, nuestras instituciones continúan intensamente sus actividades en la región. Turkish Airlines está acortando la distancia entre nosotros con vuelos a nueve destinos en ocho países de la región. En el cuadro de la importancia que concedemos a la cooperación para el desarrollo, la Agencia Turca de Cooperación y Coordinación, por medio de sus sedes en Ciudad de México y Bogotá, contribuye al acercamiento de nuestros pueblos a través de más de 750 proyectos en el continente en ámbitos como la educación, la salud, la agricultura y la ganadería, así como la ayuda humanitaria.
Estos avances también se han reflejado en el ámbito cultural, y el interés por la lengua y cultura turcas ha ido creciendo en la región. Se han abierto centros del Instituto Yunus Emre y de la Fundación Maarif, y hasta la fecha más de 500 estudiantes de la región han cursado sus estudios superiores en nuestro país con el programa Becas Türkiye.
En conclusión, me gustaría señalar que, tras haber logrado grandes éxitos hasta la fecha en la región, daremos forma a nuestras relaciones sobre una base más sistemática, con un nuevo enfoque estratégico, y que las diversificaremos todavía más.
En esta ocasión quisiera celebrar de nuevo el 75.° aniversario del establecimiento de nuestras relaciones diplomáticas con Ecuador, país con el cual nuestros vínculos continuarán floreciendo. (O)