Hoy al mediodía empiezan a correr las más de 35.000 horas que tendrá Daniel Noboa (¿reelecto?, ¿reposesionado? o como legalmente corresponda su estatus) para, sin perder un minuto, dar atención urgente a la profunda crisis que vive el país y cuyas facetas más catastróficas están en la sangrienta inseguridad ciudadana; inhumana inseguridad social; la debacle de los servicios públicos; la espeluznante falta de empleo, o la desinversión pública o privada que estrangulan la economía.

Sin perder un minuto, desde este mediodía, el Gobierno debe explicar cuáles serán sus estrategias en cada uno de estos campos, por solo señalar los más graves, y dejar claras señales de que hay un plan, concebido en ese año y medio en que ha cumplido el encargo de completar el periodo para el que se eligió en su momento a Guillermo Lasso.

Presidente: ¿por qué no crecemos?

Con igual premura queremos tener enfrente del país al equipo de trabajo, remozado y reforzado, que deberá sin excusas dar inmediatas muestras de que conoce el plan. Que su formación, experiencia, desarrollo intelectual y amor por el país los haya motivado a sumarse a lo que debería ser una cruzada para sacar al Ecuador del agujero en que lo han refundido quienes con discursos heroicos y golpes de pecho cometieron megaactos de corrupción.

Que el fallido Plan Fénix, vendido como la panacea de la paz y la recuperación de las zonas amagadas por los grupos de delincuencia organizada, reciba hoy mismo la extremaunción y que se nos diga con qué acciones realmente efectivas se lo va a reemplazar, porque las calles donde habitan los millones que respaldaron con su voto a Daniel Noboa ya no aguantan más el poderío de bandas mejor armadas que las fuerzas del orden, que secuestran, roban o ejecutan personas sin remordimiento alguno.

Renunció la fiscal general: ¡el tiempo que perdimos!

Que la atención en hospitales, estatales o regidos por el IESS cumpla en corto plazo los más mínimos estándares de atención a ciudadanos y afiliados de la mal llamada seguridad social, porque actualmente no lo están haciendo y se ha reportado que los parientes de pacientes deben llevar hasta sábanas.

Que la escasez de empleo, y sobre todo para los más jóvenes y los más viejos, deje de ser una quimera que arroja a los primeros a aventurarse a caer en mafias migratorias en busca de mejor futuro; o condena a los que están cerca del retiro a vivir en la miseria por una sociedad que, antes que valorar la experiencia, la repele y deja que muera por inanición.

Crisis constitucional y política

Que las condiciones de inversión, para propios y foráneos, se tornen cordiales y efectivas para que esa decisión económica redunde en desarrollo, en progreso. Nunca más trabas que deriven en “comisiones” exigidas a quienes tengan la intención de hacer riqueza moviendo el aparato productivo nacional. Y tributando lo que deban tributar.

Lo anterior y mucho más es lo que necesita el país de sus gobernantes, ya no nuevos porque acumulan casi 13.000 horas de vuelo en Carondelet y es necesario recordarle al presidente que quizás ya no haya espacio para luna de miel, ni 100 días para saber hacia dónde va, porque todos aquellos plazos ya fueron superados por la “muerte cruzada”. Ni un minuto más perdido, por favor. (O)