Me sorprendió ver bailar al presidente D. Trump en mítines políticos al compás de YMCA, popular canción de Village People. Y no por rechazo a la banda; pensé que si un tema le calzaba al nieto de migrante alemán era Macho, macho man. Lo aclaro: en grupos de animales sociales el “macho alfa” es quien domina y, como vimos con E. Musk, dos no caben en una manada.
M. Naim llamó a D. Trump “un aprendiz de brujo en la Casa Blanca” (El Tiempo, 14/06), evocando un relato de Goethe, cuyo personaje intenta usar la magia de su maestro para evitar su tarea, pero al no dominar los hechizos, crea un caos. En la política “las consecuencias de la arrogancia pueden perdurar más allá del mandato de quien las desató (…), esa arrogancia de la ignorancia desata fuerzas inesperadas e incontrolables”.
En Diálogo político, A. Guedes (24/06) cita la tesis de Iyengar, Sood y Lelkes sobre la polarización afectiva que prima sobre la ideológica en EE. UU. Las actitudes despreciativas pesan más que las ideas y políticas: “a nivel de la convivencia, la política se vive como una guerra moral, religiosa o incluso de estereotipos”, generando mayor fragmentación social.
Si bien se conoce el talento de Trump para los negocios, el mundo no puede ser extensión de su empresa familiar. Hoy muchos se rinden ante el belicoso padre de los ultimátums para no ser víctima del bullying imperial; B. Netanyahu incluso lo postula al Nobel de la Paz.
El tribalismo político y el hiperpresidencialismo debilitan la democracia. El autoritarismo y desmesura terminan por normalizar el miedo, mientras la soberbia y vanidad permiten instrumentar la ley y vulgarizar el lenguaje barriendo al resto como escoria. Al 27 de junio (The Economist), la aprobación de Trump había descendido al 40 %. El Borowitz Report (4/07) señala conductas de Trump contrarias a principios de libertad y justicia: irrespeto hacia mujeres, racismo, ataques a la libertad de expresión, engaños, lucro personal a costa del cargo, debilitamiento del Estado de derecho, desprecio por la ciencia y el medioambiente, incitación a la violencia y uso del miedo como arma política.
D. Gioe y M. Hayden (Foreign Affairs, 2/07) advierten el peligro derivado del modo en que el gobierno de Trump maneja el sistema de inteligencia, lo cual podría resultar en ataques sorpresa, errores de cálculo frente a adversarios e incapacidad para prever consecuencias.
¿Cómo afectará la subjetividad de las nuevas generaciones el narcisismo de los “machos alfa” del planeta? El Democracy Report 2025 (V-Dem Institute) indica que por primera vez en veinte años existen menos democracias (88) que autocracias (91).
En un diálogo familiar sobre el rol de Trump en la geopolítica, alguien lo comparó con Alejandro Magno, quien según la leyenda cortó el nudo gordiano de un tajo con su espada bajo la premisa de que “es lo mismo cortar que desatar”. No obstante, cortar es un acto; dejar cabos sueltos puede conducir a la entropía. Lo acertado sería atar los cabos de forma original y construir nuevas estructuras.
¿Qué podría desencadenarse si no se lo hace? Algo de eso sabemos en Ecuador. (O)