Desde hace varios meses estamos viviendo una situación de terror en el país. La inseguridad cada día es más fuerte, empresas cierran sus negocios, inversionistas no concretan sus intenciones de instalarse en el país, todos nos preguntamos ¿se debe exclusivamente al Gobierno o existen externalidades que están impidiendo la ejecución del plan político?

Sin lugar a duda, el riesgo de destitución del presidente de la República por parte de la Asamblea Nacional como consecuencia del juicio político que se sigue en su contra es una alarma para la comunidad internacional, pero, sobre todo, para los inversionistas locales y extranjeros.

En este momento, el Gobierno tiene una gran encrucijada en sus manos, por un lado, aceptar que las mafias están gobernando las calles y que la seguridad se ha escapado de su control y, por otro lado, querer luchar contra estas mafias de manera transparente y correcta. Pero ¿a qué podríamos llamar luchar contra la seguridad de manera correcta y transparente? Se podría decir que el Gobierno podría activar nuevos planes de seguridad y controles concurrentes, darles autorización a las Fuerzas Armadas para tomar posesión de las calles y gestionar con el sector privado para que las empresas de seguridad privada puedan apoyar, pero ¿es suficiente? No, la inseguridad es la punta del iceberg, en Ecuador estamos pasando por un momento de lucha entre mafias para control de territorios, desempleo, hambre, falta de inversión, etc.

Resolver la seguridad debe ser una prioridad para el Gobierno, pero también debemos entender que no es solo el hecho de que nos sentimos inseguros como ciudadanos y empresarios, sino también entender las oportunidades que el país está perdiendo en este momento por tener que estar concentrados en la inestabilidad política y la falta de inversión por el aumento del riesgo país.

La lucha para que Ecuador vuelva a estar en el cima es de todos los ecuatorianos, no solo de los gobernantes.

Hace varios meses Ecuador tuvo la oportunidad de darle un cambio a su imagen a nivel internacional y atraer las mayores inversiones locales e internacionales que se hayan visto, puesto que con las medidas que se planteaban para reactivar la economía, como las zonas francas, el país entraba en ligas mayores para inversionistas. Ecuador tiene muchas ventajas para atraer inversionistas, pero la falta de una política pública robusta y clara hace que aún duden de la capacidad del país de poder ofrecer seguridad jurídica y estabilidad política.

¿Qué necesitamos como país para poder combatir tanta inestabilidad? Se necesita estabilidad política, políticas públicas claras que permitan que inversionistas locales y extranjeros tengan previsibilidad de sus inversiones a largo plazo, un plan de seguridad que incluya control de cárceles y de las calles, necesitamos empleos y posibilidades de crecimiento económico.

La lucha para que Ecuador vuelva a estar en el cima es de todos los ecuatorianos, no solo de los gobernantes. Desde el momento que elegimos a nuestros mandatarios hasta las exigencias de que cumplan con sus propuestas políticas, porque con políticas públicas claras y planes estructurados podemos combatir la inseguridad, así como atraer inversiones para generar estabilidad económica y política. (O)