Entender lo que es un imperio no es difícil porque tenemos ejemplos muy conocidos actuales o históricos de estas macroentidades políticas. Un Estado impone su dominio sobre otros Estados o naciones: Roma, Carlomagno, España del descubrimiento, la Unión Soviética. No interesa el membrete que tenga, sino los hechos. En la palabra “imperialismo” el sentido de imperio se disuelve por el uso del sufijo -ismo, que Corominas dice significa “que quiere atenerse a”, frase equivalente a “que intenta ser igual a”. Se suele aplicar a entidades que establecen un control indirecto sobre otras, por manejos políticos o económicos sin ocupar sus espacios de manera permanente. No son dos conceptos excluyentes, es frecuente que se den juntos, tenemos imperios que controlan con sus propias fuerzas territorios y poblaciones de naciones, y simultáneamente determinan el funcionamiento de otras no integradas formalmente.
Alianza entre la izquierda autoritaria y China
La China de Xi Jinping es un imperio que domina directamente otras naciones, como los uigures, el Tíbet, Mongolia Interior. Es una potencia en un proceso agresivo de expansión. Se ha declarado dueña de muchas islas en el mar de la China, que va desde Japón hasta Indonesia, desconociendo los derechos de países más cercanos a los archipiélagos en disputa. Los argumentos “históricos” que esgrime para sus reclamos parecen poco consistentes. El mes pasado atacaron a barcos filipinos en un islote cercano a las costas de Filipinas. Todo esto ocurre cerca de Taiwán, la presa más codiciada en la mira de Xi, también situada en el mar que quiere convertir en su propiedad.
Con el acuerdo con China en mar
Pero China es el caso de un imperio que no solo opera en su territorio, sino que extiende sus tentáculos imperialistas por todo el planeta. Convertida en gran potencia económica ha sometido a servidumbre a muchos países del Tercer Mundo gobernados por dictaduras, con créditos carísimos, pero poco controlados. Así, en los foros y organismos internacionales arrastra a decenas de estos Estados zombis a apoyar sus tesis e impone sus intereses. Lo hemos visto en la Organización Mundial de la Salud (OMS), que se niega a investigar toda la verdad sobre la epidemia mundial de COVID-19. De la misma manera ha hecho marginar sistemáticamente a Taiwán de todas las instancias de la OMS. Resulta criminalmente peligroso excluir un territorio de las políticas de salud, no solo porque la población de esos espacios tiene un derecho inalienable a ellas, sino porque Taiwán fue probablemente el país que mejor manejó la pandemia, manteniéndola en límites mínimos a pesar de la cercanía al foco infeccioso. El pequeño Estado insular ha desarrollado herramientas sanitarias eficaces que puede compartir con el mundo y los gobiernos responsables no pueden permitir que se desperdicie este acervo.
Cómo China y Rusia han fortalecido su relación desde el inicio de la guerra en Ucrania
No se hagan a un lado del tema, no son problemas del “lejano Oriente”. La revista Vistazo denunció que China “puso en funcionamiento 54 estaciones secretas de policía en 30 países, incluido Ecuador”. Una estación en nuestro país habría operado desde el polémico hotel Quito, ahora propiedad de un ciudadano chino. El grave tema merece investigarse antes de seguir haciendo “business as usual”. (O)