“Elogio de la literatura y la ficción”, el discurso pronunciado por Mario Vargas Llosa con ocasión de recibir el Premio Nobel de Literatura, en 2010, es un documento altivo, enriquecedor y polémico, que transita por lo afectivo, lo político y lo literario; que alude al torbellino de la sociedad moderna y que, al mismo tiempo, reafirma el valor de la nostalgia, la función de las ideas, la trascendencia de la imaginación y la tarea de los contadores de historias.