Con enorme interés se observará el último encuentro entre los finalistas de la corta maratón electoral. Medirán fuerzas de conocimientos y propuestas.
Representantes de creencias con marcadas diferencias en la forma de enfocar los problemas, ambos deberán demostrar capacidad de síntesis y convencimiento. Tendrán que distinguirse ante un foro rebosante de expectativas, donde miles de titubeantes ciudadanos definirían su voto soberano, las encuestas marcan un alto nivel de indecisión. Cada ciudadano desde su pequeño rincón de meditación aspirará a tener respuestas a sus aspiraciones familiares y empresariales, con el especial y sentido deseo de vislumbrar alguna salida a la conflictividad social y económica que embarga al país.
En el ámbito agropecuario, el más trascendental del convivir ecuatoriano, tan descuidado y venido a menos, cargado de problemas irresolutos, se debe contestar sin dilaciones temas de actualidad y proyección futura que solo se encuentran en las grandes líneas que integran una política agrícola coherente, efectiva, sin vacilaciones, ajustada a los avances tecnológicos, sin posiciones demagógicas que utilizan trillados conceptos de supuesta defensa y prioridad a pequeños agricultores, cuando todos son importantes sin mirar la cabida de sus predios porque al unísono aportan en mayor o menor grado a la economía nacional, hasta ahora no esbozada por ninguno.
Es necesario se ratifique con frontalidad la garantía en la tenencia de la tierra como elemento básico para promover la deslucida inversión en el campo, cuyo desarrollo obedece a una simple ecuación: productividad más bienestar campesino, ¿qué ofertan los aspirantes para impulsar la abandonada investigación agraria?, ¿fortalecerán las instituciones públicas o entregarán ese rol al accionar privado?, ¿permitirán el avance de las tecnologías de modificación genómica para la obtención con rapidez de nuevos bienes agropecuarios de alta calidad y producción, exigidos por la incesante demanda alimentaria mundial con núcleos empobrecidos por insuficiencia de nutrimentos populares?
¿A qué hora se conocerán los primeros resultados de la segunda vuelta presidencial?
¿Se pondrán a tono con las corrientes europeas que señalan como eje central la integridad y salud de los suelos, propenderán acaso la regeneración de los desgastados por diversas razones o exagerada explotación productiva? En materia de comercialización, ¿sostendrán las normas de respeto a los precios mínimos de sustentación o tiene otra forma de garantizar niveles remunerativos para todos los eslabones de las cadenas agroalimentarias? Teniendo presente dos ejemplos prácticos, ¿harán cumplir la ley especial bananera o seguirá como tabla muerta en los archivos ministeriales? ¿Obligarán al pago justo de la caña de azúcar, de cuyos mínimos legales se mofan los monopolistas e imponen contratos leoninos que solo benefician al comprador?
Ecuador debe abogar por una mejor paga por los alimentos que cultiva y procesa, no pueden seguir estáticas las cotizaciones de banano, cacao, café y otros, sustentos históricos de la maltrecha economía. La seguridad es indispensable, ¿respaldarán la reactivación de la base norteamericana de Manta como medio para frenar el narcotráfico? (O)