Se ha dado una sugerente coincidencia en el espacio preeleccionario de España y Ecuador, agricultores y articulistas han detectado en la campaña para elegir presidente de Gobierno y de la República, el 23 de julio y el 20 de agosto, respectivamente, que los asuntos relacionados con la agricultura no tienen cabida en los debates políticos, cuando en ambos Estados esa actividad es fundamental para el desarrollo; desde luego, con grandes diferencias, pues mientras la madre patria disfruta de óptimo presupuesto para apoyar a su privilegiada actividad agraria, por estos lares se carece de partidas públicas para impulsarla, tanto que la asignación fiscal no llega ni al 1 %, mientras los hispánicos reciben seis mil millones de dólares solo en ayudas directas de la Unión Europea, aun así, los beneficiarios estiman insuficiente. Tenía razón un excandidato presidencial en la anterior contienda, cuando nos comentaba tener conocidos que pasaban el tiempo en cafetines, esperando les acrediten la asignación a la que tienen derecho aun sin sembrar por estar calificado como agricultores.
En lo nacional, seguiremos expectantes de los planteamiento que harán los aspirantes, allí sabremos si lo agrario está en el centro de sus preocupaciones, esto lo constataremos con toda seguridad en el debate entre los ocho candidatos a realizarse el 13 de agosto para el que se han definido cinco ejes temáticos que, aunque no consta en ellos el caso agrario, puede ser expuesto con oportunidad del tema “régimen económico, creación de empleo y desarrollo productivo”, si no lo hacen, el moderador debe conminarlos a que se pronuncien de manera concreta sobre la principal dedicación económica y social, donde radica el futuro de nuestra patria.
¿Qué plantearán en materia de innovación tecnológica para la búsqueda de nuevas variedades de cultivos perennes o de ciclo corto, con mayor productividad y resistencia a plagas, enfermedades e impactos del cambio climático, en un orbe cada vez más caluroso, con intermitencias entre inundaciones incontrolables y sequías agobiantes?, con qué recursos se contará para lograrlo, no solo para el inmediato porvenir sino proyectando lo agrario al cercano 2030, con el gran desafío de lograr hasta esa fecha hambre cero y examinar lo más lejano al 2050 en que la población mundial se acerque a los 10.000 millones de habitantes. ¿Qué planes se ha previsto para la regeneración de suelos desgastados por todo tipo de aberraciones? ¿Cuáles son las acciones previstas para reducir el desperdicio alimenticio (casi un millón de toneladas anuales) en cumplimiento de la “ley de la pancita vacía” que contiene la obligación de todos para lograrlo, con interesantes incentivos? No teniendo reglamentación pasó a ser, como otras, “ley de papel”.
En materia de comercialización de productos, bien catalogada como la mayor debilidad del sector, qué propondrán para desbancar las injusticias nacionales y las impuestas desde el exterior por los injustos precios que se reciben por ellos, elementos básicos para la subsistencia de la nación y mantenimiento de la dolarización por desvalorizadas exportaciones agrícolas. (O)