La soberanía alimentaria es el derecho y la responsabilidad de las naciones a definir políticas públicas para asuntos agropecuarios y alimenticios, así como reglamentar la producción nacional y proteger el mercado doméstico, a fin de alcanzar uno de los objetivos del desarrollo sostenible.
La necesidad de alimentarse es condición inherente a la naturaleza humana, de tal manera que los gobiernos, junto con las empresas privadas y la cooperación de las ONG (Organización No Gubernamental) nacionales e internacionales provean de seguridad alimentaria en eventuales desastres naturales. Las lluvias con las inundaciones, los deslaves, derbordes de ríos, etc., afectan la disponibilidad de alimentos, destruyen cosechas, ganados, animales domésticos, alimentos; causan problemas en el transporte, comunicación, vías, y aún teniendo alimentos almacenados es difícil acceder ya que carreteras, puentes, etc., se destruyeron. El plan de acción por el fenómeno de El Niño, tiene que garantizar la seguridad alimentaria, incluir los cálculos de las necesidades nutricionales de la población afectada y de acuerdo con sus características demográficas; la duración de los efectos del desastre en el país; identificar las fuentes del abastecimiento de los alimentos en depósitos en otras partes de Ecuador; las organizaciones de ayuda disponibles; la distribución de los medios de transporte; los suministros de víveres, vitaminas, etc., donde se prevea más urgencia como en los albergues, los hospitales; coordinar con las instituciones socorristas, todo personal de ayuda; monitoreo de la situación dietética a fin de que el suministro alimentario, calidad, transporte..., sean evaluados y modificados según cambien las circunstancias del desastre en la etapa que dure el fenómeno de El Niño y la emergencia. (O)
Janeth Baldeón Toledo, máster en Administración de Empresas, Guayaquil