Las reacciones empáticas emergen más fácilmente hacia personas que conocemos y con las que interactuamos.
Para tomar una decisión política que involucra la vida y el bolsillo de la ciudadanía se requieren estudios profundos.
Las pantallas se llenan de caras sonrientes y fotos fabulosas de quienes se postulan a una candidatura.
Es necesario preguntarnos ¿qué tan imparciales y honestos son quienes generaron esos informes?
Las casas se iluminan, hasta hacernos creer que el barrio está más lindo, más tranquilo y más alegre.
La frase “a los tiempos pan de Pinllo” se emplea para festejar una buena noticia o celebrar un encuentro...
Seguir la corriente, o resistirla implica comprender qué creemos, qué nos pasa cuándo estamos en grupo y cómo manejarnos en escenarios colectivos.
Cuando las tensiones sociales se agrandan corremos el peligro de que discursos cargados de asco, odio y violencia encuentren eco en diversos espacios.