Es motivo de beneplácito para muchos de la ciudadanía, la decisión de la principal funcionaria pública administrativa de la ciudad de Guayaquil, abogada Cinthya Viteri, de priorizar la salud particularmente de los niños, postergando para el siguiente año la educación en forma presencial.
Esta demostración de conciencia social me permite solicitarle a la primera personera municipal que gestione con ese mismo ímpetu en favor de los habitantes de las urbanizaciones del sector de la vía a la costa, la operación de las actividades que producen altos niveles de contaminación a través del ruido, olores, humo, polvo... Esta situación se ha hecho más evidente con motivo de la cuarentena.
Es realmente preocupante que no existan regulaciones o de existir, que no se cumplan en el sentido de la producción de contaminación ambiental junto a urbanizaciones habitadas por familias, más aún cuando el mismo ente municipal promoverá planes habitacionales en la zona.
Esto trae a mi memoria la película titulada Erin Brockovich, protagonizada por Julia Roberts, cuyo argumento fue tomado de un hecho de la vida real, donde la actividad de una fábrica produjo daños irreversibles en la salud de la población habitante de zonas aledañas. Por ello y por contar con una funcionaria pública con mucha conciencia social que da prioridad a la salud de la población por encima de otros aspectos, he decidido pedirle que actúe en defensa de la vida de los niños, jóvenes y padres que habitamos en el sector, que se respire un aire libre de contaminación.
De igual manera le pido considere el riego de los árboles ubicados en el parterre que va hacia el peaje de la vía a la costa, dado que la sequía les afecta grandemente, y como sabemos los árboles representan vida y protección para toda la comunidad del país que utiliza esa vía. (O)
Carlos Emilio Illescas Álvarez, economista, Guayaquil








