En el programa Ser Bachiller existen tres grupos: el primero es como el ‘escuadrón suicida’, se enfrenta a 120 preguntas, ya que las simulaciones para prepararse difieren con las preguntas de la prueba real.

El segundo grupo, es el beneficiado, ya que reciben retroalimentación oral del primer grupo.

Y el tercer grupo, es el bendecido, ya que cuenta con la prueba completa filtrada al público.

Ecuador es un país lleno de empleados públicos y privados, esto no trae desarrollo.

Debemos hacer énfasis en los emprendedores, fomentar la creatividad honesta en los negocios. Seguimos enfrascados en el puntaje y en ser memoristas.

Salgan a la calle y hagan las mismas preguntas a la gente exitosa y luchadora que camina, le van a responder no me acuerdo...

Nos desbordamos en cierta información del pasado que no sirve, es bonita historia, pero de historia no se vive..., el pasado ya se fue..., no lo puedes cambiar.

Ecuador debe mirar al futuro en los jóvenes y fomentar el emprendimiento, incluso en las pruebas.

El joven bajo una carga emocional, se enfrenta en una prueba a contestar cada pregunta en un minuto frente a lo lento del internet.

Un claro ejemplo es para aplicar a un préstamo quirografario en la página del IESS, Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social, en la cual emiten un código que va al correo electrónico del interesado y tiene solo 5 minutos para colocarlo en un campo de la pantalla para finalizar la solicitud, quedando corto esta interacció; ahora imagínese con 120 preguntas cronometradas.

Tengo 10 años capacitando a jóvenes y adultos profesionales, y lo mejor es preguntar: diga con sus palabras lo que entendió y no me repita como loro lo que aprendió en la madrugada.

Esa prueba de Ser Bachiller, antitécnica e injusta, termina generalizando un bajo puntaje injusto al joven y una munición más para desencadenar en violencia doméstica. Ya que al joven que sacó bajo el puntaje se lo van a fajar o castigar, dependiendo del grado de descontrol de la ira y frustración de sus padres.

Aspiro y espero a que se derogue esta prueba que no deja de ser una intromisión política en el sistema educativo ecuatoriano.

Opino que es preferible que los jóvenes estudiantes presenten su proyecto final de emprendimiento con sustentabilidad, incluyendo la protección al ecosistema.(O)

Gunnar Lundh Iturralde,

licenciado en Periodismo, Guayaquil