“China desplazó a Finlandia como el mejor sistema educativo del mundo”.

Esto, de acuerdo con los resultados de la prueba PISA (Programme for International Student Assessment), implementada por la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico).

La prueba PISA mide el rendimiento de estudiantes de 15 años, a partir de exámenes estandarizados que se realizan cada tres años. Se evalúan conocimientos en las áreas de lectura, matemáticas y ciencias.

Su objetivo es proporcionar datos comparables que posibiliten a los países mejorar sus políticas de educación y sus resultados.

BBC Mundo realizó un análisis de tres de los mejores sistemas educativos, de acuerdo con estos resultados: China, Singapur y Finlandia.

China: Tiene un sistema educativo muy exigente y competitivo. Los estudiantes enfrentan tremendas presiones para tener buenos resultados. La alta competitividad hace que muchas familias opten por complementar el aprendizaje de sus hijos con una segunda escuela. Hay requisitos rigurosos para dedicarse a la enseñanza, que es vista como una ocupación prestigiosa; los maestros pasan solo un tercio de su tiempo enseñando, la mayor parte la pasan en entrenamientos, capacitaciones.

Singapur: Tiene un sistema educativo pequeño y centralizado, donde todos los maestros son entrenados en el Instituto Nacional de Educación. El estatus de los maestros en la sociedad es muy alto debido a la dura competencia para obtener un puesto. En los colegios se busca crear oportunidades para un aprendizaje más creativo y se alienta a los alumnos a construir prototipos, desde un sistema de riego para jardines hasta un teclado electrónico. Buscan que el aprendizaje sea algo auténtico para los alumnos. Debe estar relacionado con el mundo real. Esto ayuda a que aprendan no solo ciencia, sino muchas otras disciplinas.

Finlandia: Tanto en primaria como en secundaria, los profesores deben tener nivel de maestría. Los niños finlandeses tienen jornadas escolares más cortas, vacaciones más largas, pocas tareas y no hacen exámenes. Desde el 2016, todos los centros de enseñanza introdujeron el método conocido como Phenomenon learning, por el que las materias tradicionales son desplazadas por proyectos temáticos en los que los alumnos se apropian del proceso de aprendizaje. Según expertos finlandeses, la razón es que la forma tradicional de educación, dividida en diferentes materias, no está preparando a los niños para el futuro, ya que necesitarán una capacidad de pensamiento transdisciplinaria. Debido a la adaptación de la era digital, los niños ya no dependen de los libros para aprender, y tampoco de las aulas tradicionales, puesto que siguen el principio del espacio abierto.

Quisiera destacar dos cosas por ahora: primero, la relevancia que los tres modelos dan al rol del docente y su preparación; la segunda, que los tres sistemas recurren a modelos diferentes que proyectan la formación de un tipo de sujeto social distinto y particular.

¿Dónde se piensa cómo debe ser la persona que debemos formar para nuestra sociedad? ¿Son suficientes las matemáticas, lectura y ciencias?

¿Cuáles son los indicadores que deberíamos considerar para validar una educación?

En los próximos artículos abordaré estos temas, y qué están haciendo otros sistemas innovadores y autores para repensar la educación. (O)