"Hablantín, charlatán, demagogo macrocefálico, embustero". Todo eso lo llamó Jaime Bayly al exdictador Rafael Correa hace algunos días, desde Miami, cuando comentaba sobre la “entrevista” que le había hecho Correa al asesino y tirano venezolano Nicolás Maduro. Es que no era para menos, Rafael se había lanzado a los pies de Maduro besandóselos y aplaudiendo todo lo hecho por el régimen bolivariano. Una vergüenza infinita. Pero ahora, repasando los calificativos que usó Bayly, viendo lo que sucede en Ecuador en estos momentos y cómo Correa quiere aprovechar la situación para escaparse de la justicia, sinceramente creo que el periodista peruano se quedó corto!

El pelafustán de “la patria grande” es un desquiciado que ha tenido la osadía de sugerir elecciones adelantadas, para según él “acabar con la conmoción por la que atraviesa el país”. Dice que “jamas nos vuelvan a meter tanto odio”, y lo más indignante que vi en un video que difundió en las redes sociales, es que se solidariza con las “víctimas de la más brutal represión”. Pero es que si me hubieran contado a mí la dictadura de Correa sería una cosa, pero yo viví la dictadura de Rafael Correa y no puedo tolerar el descaro de este bribón sinvergüenza y mentiroso. Se solidariza con “víctimas de la más brutal represión”?

¿Acaso no recuerda él cuántas veces felicitó a la Policía por haber reprimido salvajemente a ciudadanos en protestas pacíficas contra su gobierno? Para muestra un botón (literal). Encontré un informte de Human Rights Watch de unas manifestaciones en Ecuador, del mes de agosto del 2015: “Un informe preliminar sobre las estrategias estatales de control social y represión registró 229 casos de agresiones, detenciones, intentos de detención y allanamientos. El estudio concluye que el aparato estatal produjo una estrategia represiva”. Y hagamos memoria histórica, la dictadura de Correa duró más de 10 años y durante ese tiempo fuimos testigos de muchas protestas pacíficas y repetitivos abusos por parte de la Policía durante esas protestas. No me pongan a enumerarlas una por una, porque no me alcanza ni la columna, ni la página entera.

Punto a parte es el caos que vive el país y la vergüenza internacional que nos están haciendo pasar los delincuentes que buscan desestabilizarnos. La gente quiere trabajar. La gente quiere seguir adelante. Y por unos cuantos nos estamos ganando una mala publicidad. Hace mucho que no leía tanto sobre mi país en varios medios norteamericanos y es una pena que sea por el paro de transportistas, por el saqueos a locales, por las protestas de los indígenas, por la toma de la Asamblea y más. Esa no es la clase de publicidad que necesitamos ni queremos para que nuestro país crezca.

Pero encima, ver que este prófugo de la justicia se quiere zafar de eso mismo, ‘de la justicia’ causando más conmoción, es lo peor que nos puede pasar. Hagan el favor y que regrese todo el mundo a su casa. No le hagamos el juego a un vándalo como Correa. No soy morenista, pero tampoco soy cómplice del caos, ni golpista. Soy Democrática. ¡Correa a enfrentar la justicia, Ecuador a trabajar!