Los sicarios que asesinaron a siete personas la noche del martes en el sector de San Pablo, Portoviejo, fingieron un operativo policial para ingresar a la vivienda.
Según el coronel Vladimir Acurio, comandante de la subzona Manabí, los atacantes irrumpieron en un domicilio bajo el engaño de un falso allanamiento. Una vez dentro, sometieron a las víctimas, las maniataron y las torturaron antes de dispararles a quemarropa.
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El hecho violento ocurrió aproximadamente a las 23:30 en el tercer piso de una vivienda ubicada en las calles Sucre y Espejo. En el inmueble se encontraban reunidos cuatro mujeres y tres hombres, quienes fallecieron producto del ataque.
Sicarios asesinan a seis personas en una terraza de Portoviejo
Las unidades especializadas de la Dinased y Criminalística recolectaron indicios en la escena, que mostraba signos de haber sido rebuscada por los victimarios, afirmó Acurio.
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Las investigaciones preliminares revelan que las víctimas llegaron desde Pedro Carbo, provincia de Guayas, y habían arrendado el inmueble apenas un día antes de la masacre, reveló el oficial.
La Policía sospecha que los ahora fallecidos pertenecían a un grupo de delincuencia organizada (GDO). Además, los peritos analizan la hipótesis de que el grupo se trasladó a Manabí para realizar actividades ilícitas.
Durante la inspección, los agentes notaron que los atacantes se llevaron posibles evidencias, incluyendo presuntas armas que las víctimas tenían en su poder.
Aunque circulaban versiones sobre la nacionalidad de los fallecidos, la institución confirmó que se trata de ciudadanos ecuatorianos. Actualmente, los peritos de medicina legal realizan las necropsias correspondientes para establecer las identidades oficiales de cada uno.
El sistema integrado ECU911 coordinó la llegada inmediata de los subsistemas preventivos e investigativos para trazar las líneas de búsqueda de los responsables. No obstante, hasta el momento no existen detenidos por este múltiple crimen. (I)