No se habían hablado en mucho tiempo, hasta que un mensaje llegó al celular. “Estimado. Buenos días !! Te saluda Nilsen. Estas disponible?”. Tenía los errores ortográficos y de tipeo que suelen tener los chats. El remitente era Nilsen Arias Sandoval, el exgerente de Comercio Internacional de Petroecuador que para entonces ya colaboraba en secreto con la justicia de Estados Unidos. Era una treta, que ahora se encuentra en el expediente judicial del caso Petroecuador.