‘El presidente Lasso es el único que ha logrado vencer al correísmo; es muy adelantado decir que no tiene los números para ganar las elecciones’, asegura Juan Fernando Flores, consejero político del Gobierno

El 19 de mayo, dos días después de que el presidente Guillermo Lasso disolvió la Asamblea Nacional invocando la muerte cruzada, el exlegislador y coordinador del bloque oficialista Juan Fernando Flores fue designado como consejero político del mandatario. En una entrevista con EL UNIVERSO, el funcionario cuenta que sus funciones se enfocan en fortalecer la visión política que tenía en el Legislativo, ahora en el Ejecutivo, y generar un acercamiento del Gobierno hacia las organizaciones políticas.

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Además, menciona que CREO sigue firme en su posición de que sea el mandatario su candidato a la Presidencia y en alcanzar un número considerable de legisladores para poder garantizarle la gobernabilidad.

¿Cuáles son sus funciones al ser ahora consejero político del presidente Guillermo Lasso?

La intención de la consejería es poder respaldar al presidente de la República en varios temas, en materia sobre todo política (...). Desde la Asamblea Nacional nosotros veníamos ya siendo consejeros desde la visión legislativa sobre los procesos que debía llevar el Ejecutivo. Ahora que no hay Asamblea, hay varios procesos que quedaron pendientes y que debemos llevar a cabo, como el tema de los decretos leyes: cuáles son los que se llevan adelante y cómo los podemos articular; (además de) otros elementos, como llevar el diálogo con las organizaciones políticas, producto de los procesos que quedaron de las conversaciones entre bancadas.

El Ejecutivo cuenta ya con un ministro de Gobierno, que se supone es el operador político. ¿Para qué sirve un consejero político?

Respaldamos al Ministerio de Gobierno; al final, funcionamos como una tripartita en lo que tiene que ver con la parte política. Lo primero que estamos haciendo es establecer cuáles van a ser los procesos que se van a llevar a cabo con nuestra propia bancada legislativa. Como mencionamos, si se daba la muerte cruzada, nosotros no nos íbamos a ir a las casas, sino a trabajar de cerca con los ecuatorianos; y esto tiene dos vertientes: definir quiénes van a participar en los procesos electorales que se vienen ahora y, en el caso de quiénes no, que puedan servir de puente para otros candidatos y establecer una lista macro para la Asamblea Nacional. Otro camino es ver qué quedó pendiente en la Asamblea Nacional y que sea parte del plan de trabajo de la nueva bancada que vamos a lanzar.

Al Gobierno le quedan pocos meses en funciones. ¿Cómo se manejará políticamente al no existir la Asamblea Nacional?

Si bien no existe Legislativo, no implica que no se pueda garantizar el tema de la legislación en función de los ciudadanos. Además, hay temas que van a empezar a ocurrir en la dinámica política; por ejemplo, ya hemos enviado proyectos y la Corte Constitucional no se ha pronunciado; y, si bien no existe temporalidad, existe un llamado a la celeridad y también una vigilancia sobre los procesos democráticos. Es la primera vez que se aplica la muerte cruzada, y un consejero del Consejo de Participación está pretendiendo crear una veeduría para vigilar los proyectos que van a la Corte, y esas no son sus funciones; y ahí el Gobierno tiene que tomar posturas y decisiones.

Al haber aceptado ser consejero, ¿ya queda descartado que se vuelva a candidatizar para asambleísta?

La responsabilidad que tengo en estos momentos es acompañar al presidente, y uno debe estar donde las circunstancias se lo piden. Y, en función de ello, al menos dentro del planteamiento que se ha hecho, es mantenerme desde la consejería.

De lo que fue la Bancada Ecuador ya al final de la Asamblea, con 25 legisladores, ¿ya tienen previsto quiénes volverán a participar en las elecciones de agosto?

Esto no puedo decirlo. Estamos terminando de evaluar tres elementos: proceso de reelección, circunstancias electorales y alianzas. Recordemos que teníamos 25 legisladores, pero puede que existan alianzas con otros movimientos políticos que estaban en la Asamblea Nacional, y tenemos que ver cuáles son las mejores opciones para que encabecen las listas. Además, si bien el Consejo Nacional Electoral (CNE) ha establecido que no es necesario el tema de la paridad en las cabezas de listas para estas elecciones, nosotros como partido vamos a mantenerlo.

Según encuestas, la ciudadanía ha mostrado que respalda la muerte cruzada, pero estos mismos sondeos reflejan que el presidente Lasso no sería reelecto si se candidatiza. ¿Qué opina el Gobierno sobre esta lectura?

Hay que separar la muerte cruzada de las elecciones, primero, porque dentro de la dinámica electoral solo se están evaluando perfiles que han dicho que van a ser candidatos, y evaluar a alguien que no se ha formalizado es difícil, y puede que, cuando lo haga, electores que estaban respaldando a alguien cambien su decisión. Es muy adelantado decir que el presidente Lasso tiene o no tiene los números para eso, y además ahí sí se suma el tema de la muerte cruzada, porque la gente siente que el presidente los escuchó y, en función de eso, tomó una decisión para salvaguardar la democracia; y eso nos está llevando a un proceso de polarización: regresa o no regresa el correísmo. En ese punto, dentro de todos los candidatos que están sonando, si el presidente Lasso toma la decisión, ya no solo será el único candidato y presidente, sino el único que ha logrado vencer al correísmo; y ese elemento puede sumar mucho en la acogida de la ciudadanía, más la muerte cruzada y una muy buena lista de asambleístas que hagan la fórmula perfecta. Y, en función de esa tripleta, se logre culminar el periodo hasta el 2025.

Entonces, ¿la candidatura del presidente Lasso no se ha descartado y sigue en análisis?

La postura de CREO es que sea el presidente el que vaya a la reelección o, mejor dicho, a culminar su periodo. Y estamos esperando que, luego de sus operaciones en EE. UU., pueda regresar y hacer un gran encuentro, y ahí está la oportunidad para escuchar todas las opiniones.

Si el presidente acepta postularse, ¿CREO no tendría un presidente-candidato, algo que se cuestionó al expresidente Rafael Correa en su momento?

Eso es parte de los propios procesos que tiene la Constitución, que permiten que esto pueda ocurrir, y la diferencia va a estar en el manejo de ello. Cuando Correa lo hizo, utilizó todo el aparataje del Estado para, en calidad de presidente, fortalecer su imagen como candidato. En este caso, no tiene porque ser así y, por el contrario, se puede establecer una diferenciación, y tendrá que el vicepresidente en ciertos momentos asumir un rol de cabeza de Estado.

Para un escenario en el que el mandatario se reelija, pero de nuevo sin mayoría en la Asamblea y sin gobernabilidad, ¿qué plantean?

La ciudadanía tiene claro que una Asamblea Nacional que no tiene claridad política, ideológica solo va a terminar en el mismo punto adonde llegamos antes de la muerte cruzada (...). Nosotros vamos a optar por alcanzar la mayor parte de legisladores, y con alianzas y acuerdos que se establezcan en el plano legislativo establecer una bancada parlamentaria de mayoría.

Y en el caso de que el presidente no acepte la candidatura, ¿qué harán?

Eso lo va a definir el partido; y si el presidente toma esa decisión, puede salir un nombre para que encabece la primera magistratura del Estado, y buscar en función de ello alianzas. Recordemos que hasta ahora solo tenemos candidatos a presidente; no hemos escuchado binomios, y deja la puerta abierta a que puedan surgir candidaturas y que en los procesos de unificación se pueda establecer un binomio clave para lograr nuestro objetivo, que es que no regresen quienes le hicieron tanto daño a este país. (I)