No hay casi manifestantes en las calles ni cierres importantes de vías en la capital ecuatoriana, pero Quito no recupera su normalidad. Desde la madrugada de este sábado en el Distrito Metropolitano de Quito (DMQ) se estableció una Zona de Seguridad, esto como parte del estado de excepción decretado por el presidente de la República, Guillermo Lasso, para las provincias de Pichincha, Imbabura y Cotopaxi.

Pese a que la gente salió a las calles a realizar ejercicio, se ve una buena cantidad de vehículos particulares recorriendo las vías, hay algo más de transporte público y negocios que decidieron abrir sus puertas, es evidente en la ciudadanía la curiosidad de saber cómo se irá desarrollando un nuevo día de paro nacional -sexto día- convocado por organizaciones sociales e indígenas.

Carlos Fuente camina por la avenida Maldonado, en el sur de Quito. Su destino es el sector de la Villaflora. Dice que respalda las razones del paro, pero también cree que es necesario que se haya decretado el estado de excepción para evitar actos de violencia. Reconoce que no sabe en qué terminará todo, pues tanto de un lado como del otro no hay intenciones de retroceder en sus posiciones.

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Leonidas Iza ‘saludó' las medidas económicas anunciadas por el Gobierno, pero ratificó que el paro nacional continúa y que indígenas se trasladarán a Quito

La madrugada de este sábado, Leonidas Iza, presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), aunque ‘saludó’ las medidas anunciadas por el presidente Lasso, aseguró que no son suficientes para desmontar la paralización indefinida ordenada por las bases del movimiento indígena. Aseguró, mediante una rueda de prensa virtual, que el paro sigue y que se preparan para llegar a Quito para apoyar las movilizaciones que llevan adelante organizaciones sociales e indígenas.

En el sexto día de paralización, el centro histórico de Quito permanece con vallas y bajo el resguardo policial. Hay libre circulación de vehículos y peatones, pese a la poca concurrencia. Se cree que ese panorama podría cambiar en la tarde, horario en el que se ha tomado como costumbre por estudiantes universitarios y de otras organizaciones sociales para marchar hacia la plaza de Santo Domingo.

Más al sur, al recorrer la avenida Maldonado, que lleva hacia las afueras de Quito, el panorama es de relativa normalidad. Mientras más se va hacia el sector de Cutuglagua, límite de los cantones Mejía y Quito, son menos los negocios atendiendo.

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Quienes se arriesgan a vender su productos antes de abrir decidieron tomar una escoba, agua y jabón para limpiar el hollín que la quema de llantas, maderas y plásticos dejó en paredes, puertas enrollables y veredas de sus tiendas. “Sí nos afecta a las ventas el paro, pero debemos apoyar porque el bien es para todos. No abro por completo las puertas del negocio porque se ensucian los productos y tengo miedo de que haya saqueos”, refirió Ricardo, dueño de una panadería en el sector de la Nueva Aurora, sur de la ciudad.

Paro nacional: Qué significa que Quito será declarada ‘zona de seguridad’, según consta en el decreto de estado de excepción emitido por Guillermo Lasso

Pese a que hay la suspensión del derecho a la libertad de asociación y reunión en todo el DMQ y Pichincha, en la avenida Maldonado, en el sector de Cutuglagua permanecen menos de 20 personas impidiendo el tránsito vehicular. La vía está bloqueada por montículos, maderas, cartones y llantas incendiadas. De vez en cuando se escuchan los pitos de esos camioncitos en los que en sus cajones se movilizan indígenas.

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Desde una camioneta se llama a los manifestantes para que reciban “gratis” pan y café caliente en una funda. Temerosos se acercan, toman lo dado y se alejan. Mientras lo hacen una mujer que parece ser indígena aseguraba que ahí estaban pocos “compañeros” porque la mayoría regresó a sus provincias y a sus casas por el sector para descansar. Que el lunes regresaban y entrarían a Quito, sostuvo.

Por el sur de la capital circulan patrulleros policiales verificando que no haya cierre de vías. Cuando se encuentran alguno lo notifican y maquinaria del Municipio de Quito, del área de Obras Públicas, llega para limpiar los escombros y habilitar el paso.

Eso sucedió en el puente de Gualo, en el nororiente de la ciudad, sobre la avenida Simón Bolívar. Maquinaria municipal retiró la tierra que habitantes de la zona colocaron para evitar el paso vehicular por los cuatro carriles de la transitada vía. Menos de quince protestantes observaban como retiraban el material y lanzaban gritos contra el personal policial que resguardaba a los trabajadores municipales.

De vez en cuando, delante de los propios policías, de forma desafiante, los manifestantes cerraban el desvío a Llano Chico colocándose uno junto al otro y con palos en las manos. Luego se retiraban.

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El Municipio de Quito informó de varios cierres parciales dentro del Distrito Metropolitano. Ninguno habría sido de mayores proporciones y estaban en vías de ser desalojados los materiales usados, para así conseguir una ciudad que fluya. (I)