La pandemia de SARS-CoV-2 cambió las prioridades de las compras en el mercado exterior en el último año. Cuando los contagios se expandían por el mundo, las naciones intensificaban las negociaciones para abastecerse de insumos médicos y de bioseguridad, como mascarillas, guantes, pruebas rápidas de detección del virus, entre otros artículos que, por esos meses más críticos y hasta ahora, China produce por millones, uno de los principales productores de prendas de protección y país donde se originó la crisis sanitaria.