Minutos antes de las 19:00 de este 16 de noviembre, en uno de los salones del Hotel Colón en Quito, de los rostros de activistas sociales y políticos críticos del gobierno de Daniel Noboa, sobresalían sonrisas de entusiasmo al observar los primeros resultados que aparecían en 27 pantallas de televisión, de las elecciones de referéndum y consulta popular.
Este domingo y tras casi 60 días de preparación, se desarrolló la votación sobre el cuestionario de cuatro preguntas que propuso el jefe de Estado para reformar la Constitución vigente y a la vez una iniciativa para instalar una asamblea constituyente que elabore una nueva constitución.
Al cierre de esta publicación, en las cuatro preguntas y con el escrutinio preliminar, el no se imponía con más del 50 %.
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Así por ejemplo, la pregunta A que propone la instalación de bases militares extranjeras en territorio ecuatoriano reflejaba un 60,60 % por el no; y, el 39,40 % por el sí.
En el casillero B, la propuesta para recortar el financiamiento público para el funcionamiento de los partidos y movimientos políticos nacionaes el 58,05 % por el no; y, el 41,95 % por el sí.
En el literal C, que proponía reducir el número de miembros de la Asamblea Nacional de 151 a 73, el no reportaba el 53.45 %; y, el sí el 46,55 %.
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En el casillero D, que pedía permiso para instalar una asamblea constituyente que redacte una nueva constitución, el no registraba un 61,61 %; y, el sí el 38,39 %.
En las cuatro iniciativas el número de actas validadas superaba las 35.000 de un universo de 42.059 actas de escrutinio.
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Para dar seguimiento a las incidencias en los más de 4.600 recintos electorales, el Consejo Nacional Electoral (CNE) instaló un Centro de Mando en el Hotel Colón, ubicado al norte de la ciudad.
Los alrededores estaban custodiados por miembros de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional y desde ahí los cinco consejeros: Diana Atamaint, Esthela Acero (que se encuentra con permiso de maternidad, pero se presentó de forma presencial), José Cabrera, Enrique Pita y José Merino, consejero suplente.
Ahí también estuvieron algunos representantes de misiones de observación electoral nacional e internacional; delegados de organizaciones políticas; y, representantes de medios de comunicación.
A las 17:00 se cerraron las urnas y las Juntas Receptoras del Voto (JRV) empezaron con el conteo de los votos. Pocos minutos más tarde, el Sistema Informático de Escrutinio y Resultados (SIER) del Consejo reflejó los resultados de las primeras actas.
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Habitualmente, esa sumatoria corresponde al voto anticipado de las Personas Privadas de la Libertad (PPL) sin sentencia ejecutoriada y de los beneficiarios del programa Voto en casa, que se desarrolló el 13 y 14 de noviembre pasado.
Pasadas las 18:15 la opción no seguía imponiéndose y a las 19:00, se hablaba de una tendencia.
Con ello, llegaban hasta ese espacio los delegados y líderes de organizaciones políticas y sociales que se inscribieron ante el CNE para hacer campaña en rechazo a este proceso.
Andrés Quishpe, presidente de la Unión Nacional de Educadores (UNE); Geovanni Atarihuana, director nacional del partido Unidad Popular; Gustavo Vallejo, presidente del Partido Socialista Ecuatoriano (PSE); Guillermo Churuchumbi, coordinador nacional del movimiento político Pachakutik (PK) visiblemente entusiasmados querían escuchar el último informe del día del Consejo.
Intentaban controlarse, pero en sus caras había sonrisas.
“La postura de los sectores sociales es seguir defendiendo la educación, la salud... Y esto es un jalón de orejas que le han dado al Presidente. Ese jalón de orejas le está diciendo al Gobierno que resuelva los problemas”, opinó Quishpe.
El coordinador de PK, Guillermo Churuchumbi, lucía satisfecho. “Al Presidente le están diciendo: no mentir, no engañar a la gente. Porque él dijo que no iba a tocar el precio del combustible y subió el precio del diésel... La gente está molesta, necesitamos que en la política hagamos lo mínimo para escuchar a la gente”, añadió.
El líder del PSE, Gustavo Vallejo, consideró que los resultados demuestran que este referéndum y consulta se convirtió en un plebiscito de valoración de la gestión de Noboa.
“Es tan impopular defender a los partidos políticos, a la Asamblea Nacional que, incluso ahí, pierde. Significa que la gente le está diciendo que lo que está haciendo está mal y por eso rayó todo no en la papeleta”, expresó Vallejo.
El político admitió que esto fue “una sorpresa”, pero es un “tirón de orejas al Presidente que, si no corrige lo que está haciendo, puede desbordarse”.
A las 21:00 hubo un último informe de las autoridades en cadena nacional, a la que se integró la consejera Elena Nájera, quien durante el día fue reemplazada por el vocal suplente José Merino.
Para ese momento, la presidenta del Consejo, Diana Atamaint, detalló que el 82 % del electorado (de más de 13’9 millones de votantes) asistió a las urnas y que, con un 65 % de actas escrutadas había una tendencia marcada en las cuatro preguntas.
Aunque, no precisó hacia dónde se inclinaba esa tendencia: a la opción sí o a la opción no, lo que provocó que, algunos dirigentes políticos eleven un poco la voz para pedirle —con ironía— que puntualice hacia dónde iba esa “tendencia”.
No tuvieron respuesta. El acto se clausuró y las autoridades se retiraron del lugar.
Con esto y una vez que culminó el sufragio, las Juntas Provinciales Electorales se instalarán en sesiones permanentes para contar los votos y, de ser el caso, tramitar recursos administrativos que presenten las organizaciones sociales y políticas de considerar que hay inconsistencias en el conteo.
Luego, el CNE tiene diez días para conocer el escrutinio nacional, resolver recursos y proclamar los resultados oficiales. (I)


























