Aunque la Fiscalía analiza que en el proceso por delincuencia organizada en el que son investigados el contralor (s) Pablo Celi y el exsecretario general de la Presidencia José Agusto Briones existe una estructura que exigió pagos a cambio del desvanecimiento de glosas y la liberación de pagos de planillas, correspondientes a contratos entre Petroecuador y la empresa Nolimit C. A., entre 2017 y 2020, las versiones receptadas en el caso empiezan a señalar el pago de coimas desde años anteriores.

Por ejemplo, la versión de Pedro Crespo, uno de los accionistas de Nolimit, apunta a que a finales del 2012 la empresa ya recibió su primera exigencia del pago del 14% de un contrato con Petroecuador que ascendía a $ 35 millones para la provisión de sellos mecánicos y bombas centrífugas. Quien entregó las bases técnicas del contrato a Nolimit y a otras dos empresas habría sido Marcelo Reyes, quien en 2012 era el asesor legal del entonces gerente de Refinación de Petroecuador, Carlos Pareja Yannuzzelli.

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Según Crespo, en un momento determinado de la reunión, Reyes, en una oficina de Petroecuador, le indicó que se ponga en contacto con Armengol Cevallos para que les pudiera ayudar con la oferta que debían presentar. Cevallos solo habría ayudado a Nolimit en la “fórmula polinómica de reajuste de precios”, requerimiento del contrato que estaba fuera del conocimiento de la empresa de Crespo.

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En noviembre de 2012 a Nolimit se le notificó por escrito que era la ganadora del concurso público. La empresa debía presentar la fianza de fiel cumplimiento de contrato y de buen uso del anticipo dentro del plazo estipulado por la ley de quince días, posterior a la notificación de la adjudicación. Esto se habría hecho difícil para Nolimit y, ante la demora, Reyes les advirtió que tenían una semana para cumplir o de lo contrario los declaraba contratistas incumplidos, adjudicatarios fallidos y entregaría el contrato al segundo oferente que participó.

Una vez presentada la fianza y al mes de estar en la ejecución del contrato, Nolimit entregó el primer “hito de pago” a Petroecuador y se les canceló el 50% del monto asignado para estos rubros.

“Apareció Armengol Cevallos convocando a una reunión a mi socio José Luis de la Paz, en la cual se nos exigió el pago de una comisión del 14% del monto contractual total. Él nos explicó que venía de parte del doctor Reyes y que esa era la solicitud”, indicó Crespo, al tiempo de aclarar que esa era la primera vez que les exigían una comisión y que con él no se había acordado nada de forma previa.

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Aparentemente la exigencia de este porcentaje era a cambio de permitir que Nolimit pueda desarrollar el proyecto con normalidad y que no se termine el contrato de forma unilateral ni se cobren las garantías. Crespo calificó como de “inaudita” una amenaza de este tipo, pues solo llevaban dos meses en el proyecto.

Crespo insiste en que la exigencia de Armengol Cevallos se dio siempre a nombre de Marcelo Reyes, y fue directamente hecha a su socio De la Paz, quien tenía funciones administrativas en Nolimit. De lo que conoce, recordó Crespo, los pagos sí se realizaron y fueron por alrededor de $ 4 millones.

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A mediados de 2019, el ecuatoriano estadounidense José Luis de la Paz fue sentenciado en Estados Unidos, pues confesó haber pagado $ 8,8 millones en sobornos por contratos de Petroecuador. Entre los años 2012 y 2017, Nolimit recibió $ 121 millones en contratos de Petroecuador, principalmente para bombas y asistencia en mantenimiento para las readecuaciones de las refinerías de Esmeraldas y La Libertad.

El relato de Crespo continúa señalando que para el 2013, Álex Bravo, quien en ese entonces era el jefe del Proyecto de Rehabilitación de la Refinería de Esmeraldas, se acercó a De la Paz para preguntarle cuánto se les había exigido como comisión por parte de Marcelo Reyes y cuánto se había pagado. De la Paz le había contado todo a Bravo y en Nolimit se dieron cuenta de que existía un malestar entre funcionarios de Petroecuador.

Inmediatamente, Reyes, indicó Crespo, le reclamó a De la Paz por haber dado pormenores de la comisión, refiriendo que “eso no se dice”. Poco después Marcelo Reyes habría sido separado del cargo.

Del 2013 al 2015, Nolimit habría suscrito dos contratos adicionales complementarios y tres contratos de procura con Petroecuador, empresa pública que para el 2015 ya le adeudaba a Nolimit $ 50 millones. De la Paz había gestionado una reunión con Bravo, quien ya era gerente general de Petroecuador, para explicarle la falta de pagos con Nolimit.

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Bravo se habría disculpado por los incumplimientos de Petroecuador y se habría comprometido a ayudar para que se liberen el total de los pagos adeudados. Si se liberaban esos pagos de planillas adeudadas, Bravo pedía a cambio $ 4 millones.

“Nos pagaron 5 o 6 millones aproximadamente y se tuvo que cumplir con la exigencia del doctor Bravo por alrededor de $ 4 millones. Los detalles del pago los conoce mi socio José Luis de la Paz, debiendo aclarar que luego el señor Bravo salió de Petroecuador y no nos terminaron de pagar hasta ahora”, manifestó en su versión Pedro Crespo. (I)