Un nuevo ejemplar de guacamayo verde mayor (Ara ambiguus) fue liberado en la reserva Las Balsas, provincia de Santa Elena. Esto como parte del programa de reintroducción iniciado en 2017 por la fundación Jocotoco.

Esta acción contribuye al fortalecimiento de una de las especies más amenazadas del país, clasificada como “en peligro crítico” según la UICN.

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El objetivo del programa es establecer una población viable, fortalecer la diversidad genética y salvar al guacamayo verde mayor de la extinción. Desde el inicio del proyecto, Jocotoco ha liberado 23 individuos, un número altamente significativo si se compara con los apenas 37 individuos silvestres contabilizados en el censo nacional de 2024.

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Esta gestión se hizo con el apoyo de las organizaciones Loro Parque Fundación, Conservatoire Des Oiseaux Exotiques (CDE), Association Ecozoo Conservation, Zoo des Sables y Association Française des Parcs Zoologiques (AFdPZ).

El ave liberada nació bajo cuidado técnico y pasó meses en un proceso de preadaptación, antes de regresar a su hábitat natural en Santa Elena. Foto: Cortesía Fundación Jocotoco.

“Nuestro trabajo está orientado a recuperar poblaciones de guacamayo verde mayor en Ecuador, garantizando que vuelvan a tener un futuro en libertad. Este esfuerzo es posible gracias a la colaboración de aliados estratégicos y de las comunidades locales”, señaló José León, coordinador de Proyectos de Conservación de la fundación Jocotoco.

Víctimas del tráfico ilegal

Los ejemplares liberados nacen bajo el cuidado de la fundación Jambelí, único centro de reproducción en cautiverio de esta especie en el país. Muchos de sus progenitores llegaron como víctimas del tráfico ilegal, una de las principales amenazas que enfrentan los psitácidos.

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Tras un periodo de preadaptación en la reserva Ayampe, los guacamayos son trasladados a Las Balsas —zona considerada como un refugio clave para la especie— para su liberación bajo la modalidad de “liberación suave”, que asegura alimento y refugio mientras aprenden a desenvolverse en su entorno natural.

El proceso de reintroducción incluye además rastreo satelital intensivo durante cuatro meses, lo que permite evaluar el uso del territorio, detectar posibles amenazas y generar datos clave para la gestión de conservación.

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“Gracias a este esfuerzo integral, en la cordillera Chongón-Colonche entre 3 y 5 polluelos silvestres logran emplumar cada año, reflejando que las poblaciones muestran una tendencia positiva”, según el comunicado.

Paralelamente, Jocotoco impulsa alternativas económicas sostenibles con comunidades locales para reducir la deforestación y garantizar la conservación de su hábitat. (I)

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