La migración al exterior sigue siendo un camino por el que optan los ecuatorianos que no logran asegurar ingresos dentro del país para sustentar sus economías y la de sus familias. El número de nacionales que salieron del Ecuador y no retornaron entre enero y septiembre de este año suma 104.003, según las cifras del Ministerio del Interior.

La cantidad ya supera al total de no retornados en cada uno de los años completos del periodo 2004-2021. De seguir la tendencia se superará el número de ecuatorianos que no regresaron durante todo el 2022 que fue de 113.931.

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Incluso se podría superar al 2003 cuando 127.135 no registraron su reingreso tras dejar el país, ese fue uno de los últimos años del gran éxodo de ecuatorianos al exterior debido a la crisis económica que se acrecentó a partir de 1999 y que derivó en la dolarización establecida en enero de 2000.

Las cifras reflejan que hay una nueva ola migratoria en curso desde el 2021, dice Leonardo Izquierdo, profesor de Economía de la Universidad Técnica Particular de Loja (UTPL), lo que no se veía desde el periodo 1999-2003.

En este último lustro (cinco años), un total de 697.710 ecuatorianos dejaron el país y no retornaron.

En tanto que en el periodo 2021-2023 (hasta septiembre) ya suman casi 300.000 los que no han regresado.

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Carlos Estarellas, exsubsecretario de Relaciones Exteriores y profesor de Derecho Internacional de la Universidad Católica de Santiago de Guayaquil, afirma que nunca ha visto una cantidad tan grande de ecuatorianos que perdieron la esperanza de vivir en Ecuador.

“Hay desesperanza que no se veía ni siquiera en la época de (Jamil) Mahuad (quien gobernó entre enero de 1998 y enero de 2000, en plena crisis económica) o en pandemia, porque la inseguridad es enorme, entonces casi todos quieren salir del país”.

Las dos peligrosas rutas de migración irregular entre las que eligen quienes deciden irse de Ecuador a Estados Unidos sin una visa

Las elecciones de este 15 de octubre se convierten en un punto de inflexión ya que el nuevo presidente llega con la misión de revertir esta tendencia de migración. “La situación del Ecuador es tan agravante que elegir bien es fundamental. La persona que gane tiene una responsabilidad inmensa, no quisiera estar en sus zapatos, ojalá esté a la altura de un líder y lo logre”, agrega Estarellas.

La opción está entre Daniel Noboa del movimiento Alianza Democrática Nacional (ADN) y Luisa González de la revolución Ciudadana del correísmo.

“El ecuatoriano siente que el gobierno no sirve, que la justicia no sirve, que la Asamblea Nacional no servía, que el Consejo de Participación Ciudadana tampoco sirve, es decir, es un pandemonio en el que todos se pelean y que cada día las cosas son peores, no hay trabajo y encima nos matan, entonces se van del país”, acota.

¿Cuáles son las rutas migratorias más usadas este año?

El Salvador es el país de donde más ecuatorianos no han retornado, superando a Nicaragua, de lo que se deduce que ambas naciones centroamericanas sirven de trampolín en el anhelo de ingresar a Estados Unidos.

Un total de 19.940 ecuatorianos viajaron a El Salvador y no han retornado este año, quince veces más de los 1.277 que no regresaron de ese país durante todo el 2022.

La mayor parte de estos compatriotas parte con motivos turísticos. Al menos es lo que dicen al abandonar Ecuador. El Salvador está en la mira del mundo a partir de que su presidente Nayib Bukele, un populista de derecha, aplica la política de combatir a las organizaciones delictivas, lo que derivó en la reducción de los índices de criminalidad. Pero además enfrenta denuncias de violación a los derechos humanos.

Conocer El Salvador de Bukele es el propósito, según los viajeros, pero son muchos los que no vuelven del supuesto viaje por turismo.

Las agencias registran viajes a El Salvador a un costo de 299 dólares. Desde ese país emprenden el camino, atraviesan Guatemala y México con el fin de entrar a EE. UU.

Nicaragua era la ruta más usada hacia EE. UU. por los ecuatorianos, pero esto cambió este año.

Un migrante de la provincia de Cañar que eligió la ruta de El Salvador afirma que los coyotes le dijeron que Nicaragua dejó de ser rentable debido a que el país está militarizado ante las revueltas de los habitantes en contra de su presidente izquierdista, Daniel Ortega.

Recientemente, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) expresó su preocupación por los hechos de represión y violencia contra integrantes del partido indígena YATAMA, así como los continuos ataques, criminalización y hostigamiento contra las comunidades indígenas de la Costa Caribe de Nicaragua.

Todo ello hace que sea más difícil atravesar este país, lo que provoca el aumento de los viajes directos a El Salvador con lo que también se resta una frontera por cruzar.

Sin embargo, sigue el éxodo ya que un total de 18.367 personas salieron en vuelo hacia Nicaragua y tampoco retornaron este año, pero son menos de los 39.595 que no regresaron en todo el 2022.

Estas nuevas rutas surgen desde que en septiembre del 2021 México volvió a exigir a los ecuatorianos un visado para ingresar a ese país, lo que dificultó el camino hacia EE. UU.

Nicaragua y El Salvador están entre los países que no exigen visa a los ecuatorianos.

Conozca el listado completo aquí.

“Los ecuatorianos están buscando nuevas rutas, por eso no solo se van por Nicaragua sino ahora por El Salvador y otros países, porque cada vez se vuelven más complicadas las rutas del pasado”, dice Izquierdo.

El archipiélago de Bahamas frente a las costas de Florida, en EE. UU., también sería usado con el propósito de llegar a la potencia norteamericana. De ese conjunto de islas no han regresado 1.064 ecuatorianos que viajaron este año, un incremento del 440 % ya que en todo el 2022 fueron 197 los que no retornaron.

La falta de oportunidades y la inseguridad propician la migración

“Hay graves problemas estructurales de la economía ecuatoriana, lo que se evidencia en esta migración acelerada. Las remesas que llegaron durante el 2022 fueron de 4.743 millones de dólares, casi el 70 % de ese monto provino de EE. UU., mientras que la inversión extranjera directa alcanzó ese mismo año 788 millones de dólares”, indica Izquierdo.

Las remesas que llegaron en 2022 se incrementaron 8,73 % con respecto al 2021 y la estimación es que suban 14 % este año, afirma Izquierdo.

Es una diferencia de cuatro a uno en la relación de flujos de ingresos de migración respecto a la inversión extranjera directa.

Lo que más preocupa es el éxodo de cerebros jóvenes, asegura Estarellas. “Los profesionales no quieren quedarse en Ecuador. Quieren partir y por eso aplican para salir, es muy grave lo que está ocurriendo”.

El 53,9 % de los ecuatorianos que salieron hacia El Salvador en el periodo de enero y septiembre de este año tiene entre 18 y 35 años.

En el caso de los que se van por Nicaragua, el 60,3 % de ellos están en las edades de18 a 35 años.

El tercer país donde más se incrementó el número de nacionales que viajaron y no regresaron es España. La cantidad de no retornados pasó de 931 en todo el 2022 a 4.935 en lo que va de este año, lo que representa un incremento del 430 %.

“El Consulado español en Guayaquil está colapsado ante el gran número que quiere irse a la Unión Europea. Hay una pérdida de fe y esperanza en los políticos ecuatorianos. No ven que este problema tan grave de la delincuencia organizada y el narcotráfico se vaya a solucionar, la intuición es que se agravará”, asegura Estarellas.

El número de no retornados también subió en Italia y EE. UU. con incrementos del 58 % y 46 % del 2022 al 2023. Estos son dos de los países con una gran presencia de ecuatorianos migrantes.

Este éxodo, dice Izquierdo, se evidencia en Ecuador en el número de personas que conforman la Población Económicamente Activa (PEA), que incluye a los mayores de 15 años que tienen trabajo o lo buscan.

“Lo que ocurre es que hoy menos conforman la PEA, entonces con una menor cantidad de personas buscando empleo pues por obvias razones hay una apariencia de que hay más con empleo adecuado, pero es una mentira, hay que analizar bien los datos”, dice Izquierdo.

El problema de esta migración es que el incremento responde también al desconocimiento de que las rutas están cada vez más congestionadas y peligrosas. Y que el denominado sueño americano está más diluido con una economía menos pujante en Estados Unidos.

Los coyoteros venden la ilusión de que este sueño aún es posible. “La pandemia provocó una absorción de personas al mercado laboral estadounidense, porque hay una etapa de recuperación natural al abrir de nuevo la economía, pero ahora ya eso va cambiando. A partir de este año todo se va a equilibrar y ya no demandará esa economía tantos puestos de trabajo, entonces la gente tiene que pensarlo mejor antes de migrar”, asegura Izquierdo.

En las tres oportunidades que dan los coyoteros para llegar a EE.UU. con un solo pago que va desde 15 mil dólares, yace el peligro de morir o desaparecer, dice Estarellas. “El Ministerio de Relaciones Exteriores debe informar lo peligroso que es la ruta después de El Salvador para poder llegar a Estados Unidos”. (I)