David, hijo de Mireya Cueva, llevaba en su mano derecha una funda plástica de color azul con una docena de cuadernos anillados.
Ella pagó $ 16,20 y señaló que es más conveniente que comprarlos por unidades. Salían de una papelería del centro histórico de Quito el martes, donde el movimiento va tomando impulso a pocos días de que se inicie el año lectivo 2023-2024.
Publicidad
Señaló que los cuadernos son lo primero que piden los profesores y luego les entregarán la lista de útiles escolares.
Los textos los comprará en la misma instalación, un colegio privado, que cuestan $ 120.
Publicidad
“Uno ya va tomando sus precauciones y como ya sabe que tiene que gastar, entonces vamos ahorrando un poquito”, comentó sobre su mecanismo para gastos en esta temporada de regreso a clases para su hijo que está en décimo de básica.
Milton Caiza salía apurado luego de estar una hora en una papelería adquiriendo material académico para una escuela municipal.
Estimó su gasto en unos $ 100 en dos listas de útiles escolares, cuyo precio le pareció conveniente.
El presupuesto de Cueva para libros y útiles es de $ 200 y no tendrá que gastar en uniformes porque ya se adelantó a adquirirlos al final del año lectivo.
Quien sí compró el uniforme completo de un colegio público para una de sus hijas, Madison, de 12 años, que incluye chompa, calentador, licra, camiseta y medias, además de falda, saco y blusas, fue Gladys Álvaro. Pagó $ 84.
Ella cotizó las mismas prendas en un local cerca a esa institución educativa a $ 120. A eso deberá añadir mochila y zapatillas, con lo que su presupuesto llegará a $ 200. Con las compras de su otra hija estima gastar $ 400.
“Tenía un poquito de ahorros porque no hay dinero de donde sacar fácilmente. Toca tener ahorrado, para ir poco a poco comprando”, añadió. Su esposo se dedica a la elaboración de muebles de oficina y no es dependiente laboral.
Acerca de la lista de útiles escolares, indicó que cada docente pide lo que necesita.
“Está todo caro, está todo subido, los cuadernos costaban $ 0,80, $ 1, ahora están en $ 1,40, $ 1,50, el precio es muy elevado”, refirió, en tono de queja.
Dolores Tumipamba, propietaria de un local comercial en la plaza de Santo Domingo, que vende uniformes de unas 30 instituciones educativas, contó que la venta está irregular, pues en comparación con otros años ya había mayores compradores. Esto porque los padres de familia aún no cobran el decimocuarto sueldo.
Hasta el próximo martes 15 de agosto, los trabajadores en relación de dependencia de la Sierra y la Amazonía recibirán el decimocuarto sueldo, que equivale a un salario básico unificado (SBU) vigente a la fecha de pago, es decir, $ 450.
Ella se quejó de que sus proveedores no les dan crédito, sino que piden pagos de contado por el aumento de costos, dado que las telas de las faldas y de los casimires escasean. Esto incide en una subida de precios que estimó en un 30 % a 40 %.
Juan Merchán adquirió buzos, camisas, medias, con un gasto de $ 76 para Valentina, de 6 años, su hija, quien va a segundo de básica en un colegio municipal.
“Sí ha subido un poco con relación al otro año”, indicó, tras salir de un local de venta de uniformes.
Él también está comprando los útiles escolares usando ahorros hasta recibir el pago del décimo.
Fabián Quillupangui compró un uniforme de educación física a $ 24 para su hija Doménica, de 17 años, quien está en tercero de bachillerato. Su presupuesto es la decimocuarta remuneración.
Los teléfonos inteligentes están haciendo más daño que bien en las escuelas, según la Unesco
Ángela Loor compró los uniformes para Karla, su hija, quien está en un colegio municipal, que incluye falda, saco, blusas, medias, calentador para educación física. Va a primero de bachillerato.
“Sí está un poquito elevado a diferencia del año pasado, yo gasté como $ 60″, mencionó. Ya había gastado $ 97 y aún le faltaba comprar una chaqueta que cuesta $ 57 y zapatos. Estima que gastará unos $ 200 con útiles escolares.
Tiene dos hijos más a quienes aún no les compraba nada para las clases, pero esperaba gastar un poco menos. Usará “unos ahorritos” para comprar los materiales escolares.
Lorena Cruz, de un almacén que vende uniformes escolares y artículos deportivos, mencionó que el movimiento de compradores aún es bajo y lo atribuyó a que no tienen liquidez los padres de familia, pues aún no se hace efectivo el décimo.
Estimó que acudían al local unas 30 personas diariamente, pero el año pasado en estas fechas eran unas 100.
Cruz dijo que un uniforme completo tiene un aumento de $ 1 a $ 1,50. (I)