Doña Marta salió la mañana del viernes a trabajar en su quisco ubicado en la avenida Tarqui. Pero la escena que encontró fue devastadora. Su puesto metálico estaba vandalizado, grafiteado, vacío, virado en el medio de la vía.

Era como si un huracán hubiese arrasado con todo. No pudo contener el llanto. En medio de la escena lloraba porque su mercancía había sido saqueada en las manifestaciones del centro norte de Quito.

La escena se viralizó este viernes en un video compartido por la concejala Luz Elena Coloma y varias personas. La mujer estaba desesperada al ver la pérdida de su sustento económico, al que le dedicó 35 años de su vida.

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Esa es solo una de las escenas de destrucción que se ven en la capital, donde la destrucción se ha apoderado de varias cuadras, como si se tratase de una guerra. El centro norte de la capital, en el barrio La Mariscal y el centro histórico, está afectado por las intensas manifestaciones que en estos días se han tornado violentas.

El jueves 23 de junio, el Gobierno decidió permitir el ingreso de indígenas a la Casa de la Cultura y el parque El Arbolito. Esa misma tarde se registraron fuertes enfrentamientos que dejaron las calles y áreas verdes destruidas.

Los locales del centro histórico no han abierto, el bloqueo de vallas metálicas no permite el ingreso de personas hasta cuatro cuadras a la redonda de la Plaza Grande. Quito, o al menos parte de la capital, ha alterado su ritmo de vida.

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En La Mariscal, las puertas de algunos locales están abiertas, pero más son los cerrados, porque los dueños no se quieren exponer a saqueos, aunque dejar de vender también les acarrea crisis.

QUITO.- La mayoría de los locales en el sector de La Mariscal ha decidido cerrar sus puertas para evitar afectaciones o saqueos. En estas calles se registran varios enfrentamientos entre manifestantes y policías. Foto: Andrés Salazar

Los taxis no quieren ingresar a esta zona, prefieren perder una carrera a exponerse a que los manifestantes rompan sus vidrios o desinflen sus llantas.

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Un taxista dijo que no puede llegar a su casa sin comida, así que estos días está trabajando por la zona norte, aunque cuando le piden una carrera hasta los extremos de la ciudad tampoco va. “Allá por Carapungo y el Comité del Pueblo están pinchando las llantas, no se puede trabajar tranquilo”, señaló.

Esta mañana aparecieron los adoquines agrupados formando trincheras, las casetas destruidas, los árboles quemados y las veredas con esquinas rotas. Las imágenes circulan por el mundo a través de las tomas que han captado reporteros de agencias.

El turismo se esfumó en estos días y los pocos que circulan por esas zonas lo hacen con cautela, recelo.

Aunque el tráfico vehicular es leve, no resulta fácil trasladarse por la cantidad de cierres viales existentes.

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Los extremos norte y sur de la ciudad, que comunican a la ciudad con otras provincias también están bloqueados. En el sur, en el sector de Cutuglagua los habitantes se han mantenido en resistencia desde el inicio del paro, por este lugar ingresaron los camiones y camionetas que trasladaron a indígenas de provincias como Cotopaxi y Tungurahua.

En San Antonio de Pichincha, la violencia ha escalado con el pasar de los días. Militares y manifestantes resultaron con graves heridas en un enfrentamiento la noche del jueves. Carros militares y camiones de carga quedaron destruidos. Parecía una escena de Ucrania.

Se registran incidentes entre manifestantes y fuerzas militares en San Antonio de Pichincha

En el norte de la capital, cerca del corazón comercial se ubica el parque La Carolina. En sus alrededores la gente trata de desarrollar un ritmo normal, como si no existiera un paro nacional.

Los ciudadanos salen a correr, pasear en bicicleta o realizar las actividades laborales con normalidad. Esto se refleja desde Carcelén hasta la avenida Orellana, límite con La Mariscal.

QUITO.- En el parque La Carolina y la avenida Naciones Unidas, donde las personas realizan sus actividades normales, pese al paro nacional que alberga enfrentamientos en otros puntos de la ciudad. Foto: Andrés Salazar

Aunque se ve un ambiente normal y tranquilo, el paro sí ha afectado de distinta manera a quienes viven o trabajan por este sector. Jicela Espinoza se sentó a descansar en una banca del parque La Carolina. La mujer de 55 años caminó desde su casa ubicada en el barrio de Atucucho, en el norte de la ciudad, porque no encontró transporte público, solo pasaban alimentadores del Trolebús, pero no retornaban.

En su camino, en la avenida Prensa, encontró un taxi que ofreció llevar a varias personas por $ 0,50. Sí le ayudó, pero hasta el sector de la Y. Desde ahí tuvo que continuar con su caminata que le llevó más de una hora.

“El paro nos ha afectado, por lo que no hay transporte, aunque buscamos la manera de movilizarnos a nuestro lugar de trabajo, (...) al ver toda la gente en la calle, corremos riesgo, los maleantes ahí aprovechan para hacer sus cosas”, enfatizó.

Aquí el tráfico es más denso, no como los días normales, pero la gente ha empezado a salir. Es como si de a poco se empieza a perder el miedo de las manifestaciones.

Los centros comerciales también mantienen abiertas sus puertas, aunque tienen horarios especiales. Desde DK Management, que maneja una red de centros comerciales, informaron que la atención en los centros que no están cercanos a zonas de conflicto ha variado por la falta de transporte y por el inicio del toque de queda que rige en la capital.

Según el Municipio de Quito, la ciudad todavía no afronta un desabastecimiento en algún servicio básico. El agua potable corrió el riesgo de no contar con los químicos para su potabilización, alertó el alcalde, Santiago Guarderas, sin embargo, los vehículos que transportaban estos elementos lograron ingresar a la ciudad ayer.

QUITO.- El mercado San Roque tiene un abastecimiento del 60 %, estos lugares abrieron sus puertas bajo resguardo policial y militar. Foto: Cortesía Municipio de Quito

Varios mercados fueron víctimas de amenazas por parte de los manifestantes, pero actualmente se ha restablecido la atención en la mayoría, con resguardo policial.

Desde la Agencia de Coordinación Distrital de Comercio (ACDC) informaron que tres mercados están cerrados, de un total de 54 (incluidos ferias y plataformas). La Plaza Arenas, Mercado Santa Clara y la Plaza Gastronómica de El Tingo mantienen suspendidas sus operaciones por su cercanía con las manifestaciones.

Los mercados que están funcionando tienen un abastecimiento aproximado del 40 %. El mercado San Roque cuenta con 60 %.

Aunque el tema del control de precios es responsabilidad de la Intendencia de Policía, desde la ACDC señalaron que sí ha habido un incremento de precio en los productos. Esto se debe a los gastos de movilización, en especial en el tema de legumbres y hortalizas, porque no pueden tomar las rutas normales.

Manifestantes agredieron a vehículos y empleados municipales de Quito cuando intentaban recolectar la basura, en el suroriente de la capital

La recolección de basura en los puntos de conflicto se ha realizado con fuertes contingentes de policía y agentes metropolitanos que resguardan a los camiones recolectores. La madrugada de ayer se denunció el ataque a vehículos y funcionarios del Municipio. Los agresores fueron detenidos.

En las parroquias rurales, periféricas a la capital, la violencia no ha sido la excepción. Varios bloqueos de calles se han registrado en Pifo, Tumbaco, Calderón, Guangopolo, Conocoto, entre otras.

Desde este viernes, los buses interparroquiales retornaron a sus actividades. El sistema de transporte municipal también atendió, pero únicamente en las líneas del norte. Ciertas paradas estuvieron activadas, las demás, desde el centro hacia el sur de la ciudad continuaron sin servicio.

Mientras las manifestaciones se concentran en el centro norte de la ciudad y la periferia, Quito intenta continuar con la reactivación, aunque ya le ha significado una serie de pérdidas. El turismo, como el más afectado, registra pérdidas superiores a los $ 7 millones. (I)