El año 2025 será recordado en Ecuador como el punto de inflexión en el que la captura de José Adolfo Macías Villamar, alias Fito, cabecilla de Los Choneros, no solo marcó un golpe a la criminalidad nacional. Su detención el 25 de junio en Montecristi destapó una red de corrupción y lavado de activos que se extendía mucho más allá de las cárceles.












