Los efectos del paro indígena que llega a 25 días suman $ 36 millones en una parte del sector exportador.

La Federación Ecuatoriana de Exportadores (Fedexpor) indica que los productos emblemáticos, como flores y manufacturas destinadas al mercado colombiano, sufrieron interrupciones en sus operaciones que impidieron su traslado fuera de frontera y se tradujeron en pérdidas directas para las empresas, especialmente en productos perecibles.

Además, sus empresas miembros y su cadena conexa logística estiman que el aumento de costos por transporte de la carga en vías que eviten bloqueos llegó a triplicar los tiempos de traslado. Y eso se tradujo en un incremento promedio del 96 % en costos de fletes que conectaban la producción de las zonas afectadas con los puertos o la frontera norte con Colombia.

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Y suman las pérdidas de insumos y materias primas que no llegaron a las plantas productoras, así como daños en la propiedad privada y extorsiones a transportistas para habilitar el paso al personal y productos, que ocasionaron más retrasos que ponen en serio riesgo la continuidad del cumplimiento de los contratos internacionales.

En su conjunto, estas afectaciones que incluyen pérdidas, demoras y sobrecostos sumaron $ 36 millones.

Este es el balance que hace el presidente ejecutivo de Fedexpor, Xavier Rosero Carrillo, en la presentación del reporte mensual de exportaciones que recoge las estadísticas de enero a agosto, cuando aún no se daba la eliminación del subsidio al diésel ni las paralizaciones en contra de esa medida.

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Las cifras del comercio exterior en esos ocho meses del año son muy positivas: 20 % de incremento en los ingresos por exportaciones no petroleras no mineras y 10 % más en volumen. Son $ 16.604 millones que Ecuador logró por la venta de sus productos en el exterior hasta agosto.

Los datos de septiembre estarán disponibles en un mes, entonces se podría empezar a reflejar los efectos del paro indígena que empezó el 22 de ese mes.

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Ahora hay empresas exportadoras afectadas por el bloqueo de vías y actos violentos derivados de las manifestaciones y en ese contexto Rosero asegura que la prioridad fundamental del sector es precautelar durante estos días de paralización la integridad de sus colaboradores, “quienes, en muchos casos en las provincias del norte, han sido objeto de vejaciones y amenazas extendidas a sus familias para unirse a las paralizaciones”.

Fedexpor rechaza esta forma violenta de desestabilizar la normalidad de las actividades productivas en el país y considera que eso no puede continuar. “En democracia, los desacuerdos legítimos y necesarios para la mejor construcción de una política tienen canales formales e institucionales para procesar las diferencias, cuando lo que se busca genuinamente es el bienestar de la mayoría”.

Y destaca que lo que estamos viviendo en los últimos días no trae pérdidas exclusivamente al sector productivo o exportador, sino a todo el país.

“El diálogo abierto y franco es necesario; y, como sector exportador, estamos convencidos de que la vía para encontrar soluciones comunes pasa por los esfuerzos y sacrificios que implican los consensos bajo las reglas del imperio de la ley”.

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Pero para sostener un diálogo recalca que se necesita recuperar el orden, la estabilidad y la paz social.

El gremio de exportadores también repudia “los atentados terroristas que causaron pérdidas irreparables en el Litoral ecuatoriano en las últimas horas” y espera que esos hechos convoquen a la unión, así como a la extrema y estrecha coordinación de todos los sectores de la sociedad en defensa de la estabilidad de los pilares del país. (I)