Un dique de piedras como una suerte de muralla que se extiende por 2.600 metros de largo se alza a 1,2 kilómetros de las obras de captación de agua de la Central Hidroeléctrica Coca Codo Sinclair, en el cantón El Chaco de la provincia de Napo. Esta muralla fue una de las primeras construcciones previas realizadas por la Comisión ejecutora Río Coca para permitir el inicio de las obras que buscan ralentizar el avance de la erosión regresiva que amenaza justamente la enorme central hidroeléctrica que genera el 30 % de la electricidad del país.

Ahora, en el lugar protegido por el dique, decenas de trabajadores realizan tareas de soldadura y se alcanza a divisar una parte expuesta de los 279 pilotes -de 1,20 m de diámetro y 29 metros de profundidad- que ya se encuentran bajo suelo y cuyo objetivo es impedir que se siga dando la erosión del suelo por donde pasa el río. Este conjunto de pilotes, construidos por la empresa Accyem, se constituye en la última barrera física para detener la erosión regresiva del río antes de que llegue a la captación y la primera hace un poco más lenta la velocidad del río aguas abajo. Se trata de la fase cero que ya ha avanzado en el 86 %, que costó $ 14 millones y quedará terminada en abril.

Así lo explicaron los técnicos de la Comisión Ejecutora Río Coca al ministro de Energía, Fernando Santos; al secretario de Alianza Púbico Privada, Roberto Salas; al viceministro de Hidrocarburos, Rubén Espín; al presidente de EMCO, Joaquín Ponce; al gerente de Celec, Gonzalo Uquillas, entre otros. Ellos estuvieron este jueves 23 de marzo en un recorrido de obras.

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Adicionalmente, la Comisión Ejecutora Río Coca, presidida por Roque Proaño, ya alista una nueva licitación para poder construir al menos dos obras más que permitirían que el río no llegue a afectar la captación, al menos durante la vida útil de Coca Codo Sinclair, es decir, unos 50 años.

Estas dos obras son: un aliviadero, de 200 metros de largo en gradas, con un costo aproximado de $ 90 millones y una presa permeable que es un dique puente, que costará unos $ 20 millones más (ubicada en el kilómetro 8 aguas abajo desde la captación). Es decir, el costo total de las obras de la fase 0, 1 y 2 llegaría a $ 124 millones.

El Chaco, Napo (23-03-2023). Obras de protección de la captación de la empresa Coca Codo Sinclair. Alfredo Cárdenas/EL UNIVERSO. Foto: El Universo

Proaño aclaró que la fase 1, que anteriormente consistía en la construcción de unas pantallas rígidas (recomendadas por Lombadi) ya no se va a realizar. Explicó que gracias a la colaboración del Cuerpo de Ingenieros del Ejército de EE. UU. se hicieron unos modelos a escala para conocer su efectividad. Sin embargo, los resultados no fueron alentadores y se concluyó que debían hacerse una serie de modificaciones, lo que al final hubiese significado un encarecimiento del presupuesto. Por ello se ha pensado en una alternativa más convencional que es construir aliviaderos o una serie de gradas para que el agua caiga de manera controlada.

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De acuerdo con Roque Proaño, existen estudios que indican que si no se hiciera nada, esta erosión regresiva podría llegar hasta la captación en cinco años, contados a partir de febrero del 2020, cuando se dio la primera señal de la erosión regresiva: el colapso de la cascada de San Rafael.

Entre tanto, Gonzalo Uquillas recalcó que ya se han hecho estudios y que el fenómeno de erosión regresiva no tiene que ver con la construcción de Coca Codo Sinclair, sino que es un fenómeno natural. En todo caso, Celec debió hacer frente a estas obras, pese a que aún el Estado no ha recibido formalmente el activo Coca Codo Sinclair, debido a que es una responsabilidad proteger este activo que es la principal generadora de electricidad del país.

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El ministro Fernando Santos, por su parte, resumió el problema indicando que esta es una obra mal hecha, que hay que repararla. Explicó que por ello se pidió ayuda a EE. UU., a diversas agencias, entre ellas el Cuerpo de Ingenieros del Ejército y el Buró de reclamaciones. Para Santos esta obra nunca debió haberse hecho, sin embargo, considera que se la debe proteger.

El problema de la captación no es el único que amenaza a la represa, sino que aguas abajo, en la casa de máquinas ya se han presentado problemas por los sedimentos arrastrados. (I)