Después de la contracción del 2 % que experimentó Ecuador en 2024, la consultora internacional Deloitte avizora que en 2025 el país tendrá un desempeño “moderado”, marcado por “múltiples restricciones”, por lo que se proyecta un crecimiento económico de 1,2 %.

La estimación es inferior al 2,8 % que espera el Banco Central del Ecuador (BCE) y al 1,7 % que pronosticó el Fondo Monetario Internacional (FMI).

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La firma presentó su previsión a través del Informe de perspectivas económicas del Ecuador, difundido este viernes, 6 de junio.

Daniel Zaga, economista en jefe de Deloitte Spanish Latin America, argumenta que el crecimiento de 1,2 % estará impulsado, principalmente, por una recuperación en actividades primarias, como la pesca y la manufactura de alimentos.

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“Sin embargo, esta recuperación será desigual, ya que algunos sectores importantes seguirán en contracción. A esto se suman restricciones estructurales que siguen afectando el potencial de crecimiento, como la debilidad de la inversión, los altos costos energéticos y productivos, así como la presión fiscal”, precisa Zaga a través de un comunicado.

El análisis de Deloitte considera que la “inflación aumente moderadamente”, porque estará limitada por la “debilidad de la demanda interna”.

Por el lado del consumo, factor clave para dinamizar la economía, la firma estima que estará condicionado por un “entorno adverso”.

Sobre el mercado laboral se advierte que, si bien la tasa de desempleo es baja, existe una “reducción en la tasa global de participación”, mientras que la informalidad aumenta.

Para este año se espera una recuperación progresiva del empleo en actividades como la pesca, manufactura de alimentos, comercio, servicios financieros e inmobiliarios.

“Sin embargo, esta recuperación estará condicionada por la estabilidad económica y por la efectividad de las políticas orientadas a estimular el consumo y la inversión”.

Los desafíos también provienen del exterior. Entre ellos están los aranceles impuestos por Estados Unidos, que tendrían efectos en el sector agropecuario, indica el informe.

En ese contexto, Nicolás Barone, gerente de Análisis Económico de Deloitte, comenta que el país deberá aprovechar los acuerdos comerciales que están vigentes, “en especial en los sectores bananero, florícola, camaronero y de productos industrializados”, con el fin de mitigar el impacto de la política arancelaria de Washington.

En materia fiscal, el informe señala que, pese a los esfuerzos del Gobierno para reducir el déficit, el país mantiene una elevada deuda pública, que ronda el 50 % del PIB.

Este escenario “limita las posibilidades de incrementar el gasto, sin comprometer la sostenibilidad fiscal”, señala el estudio.

“Aunque las perspectivas para 2025 apuntan a un crecimiento económico positivo, este será moderado y enfrentará múltiples restricciones debido a aspectos como la debilidad de la inversión, los altos costos energéticos y productivos, así como la presión fiscal, entre otros”, concluye Deloitte. (I)