Cuando hablamos de deforestación hablamos de la destrucción del bosque natural, de la cobertura forestal. Al ocurrir este proceso de tala se destruye el mayor patrimonio de Ecuador que es la biodiversidad, dice Walter Palacios, docente, estudioso de bosques y autor del libro Árboles del Ecuador.

Para el experto la deforestación está asociada básicamente a bosques naturales y cuando se destruye se acaba con la biodiversidad de estos hábitats. Estos bosques, en Ecuador, son los mayores repositorios de biodiversidad y esto es el patrimonio natural más importante que tiene el país sino que hasta ahora no lo hemos reconocido como tal.

"El país debe dar todo su esfuerzo para proteger esta biodiversidad. Hacer un uso responsable de esta y generar opciones de desarrollo. La corteza de un árbol, la raíz de una hierba, en la piel de alguna rana podemos encontrar sustancias que nos pueden ayudar a curar enfermedades, por ejemplo. También podemos conseguir materias primas como aceites, grasas, proteínas, hidrosoles, pigmentos que servirían para la industria", señala.

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Palacios indica que Ecuador ha "vivido 50 años de petróleo, ahora pensamos en minería, pero la biodiversidad siempre ha estado ahí. A lo largo de los años la hemos destruido sin ni siquiera conocer lo que hay y el potencial que tiene este recurso para el desarrollo del país".

"Destruimos, según los últimos cálculos, más de ochenta mil hectáreas por año. Esto es una cifra enorme de destrucción total de bosques naturales. El 90 % de esta deforestación está asociada a actividades agropecuarias, es decir, se tala el bosque natural para establecer cultivos, en su gran mayoría de subsistencia, y áreas para ganadería de gente pobre, y al establecimiento de monocultivos", añade.

Para los campesinos pobres se requiere, según Palacios, de políticas estructuradas que resuelvan las necesidades de esta población. Programas como Socio Bosque son buenos, pero dependen de una inyección económica directa del Estado. Actualmente no hay dinero en las arcas fiscales y no habrá en un buen tiempo, entonces ¿cómo mantenemos estos programas a largo plazo?, pregunta el especialista.

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En provincias como Esmeraldas la palma africana (monocultivo) ha sido los últimos 30 años uno de los motores de destrucción de bosques naturales: "En Ecuador hay políticas públicas contradictorias como el fomento de cultivos de palma africana, café, caña de azúcar o la ganadería y todo esto está asociado a la destrucción de bosques naturales".

La deforestación tiene su raíz en problemas socioeconómicos profundos asociados a la pobreza que requieren de política pública en el largo plazo, añade Palacios.

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"Detener la deforestación dependerá de una política pública donde intervenga la sociedad donde todos contribuyamos. El consumo de madera ilegal, por ejemplo, es algo en el que cada uno de nosotros tenemos responsabilidad. La deforestación es, quizá, el mayor problema ambiental que tiene este país". (I)