Dejaron su puesto en la Asamblea hace tres meses –en diciembre– para postular por una Alcaldía, Prefectura y concejalía en las elecciones seccionales que se realizaron el domingo 24, y la mayoría se quedó sin la curul y sin un cargo.

Los resultados electorales solo favorecen a cinco de catorce exasambleístas que salieron del Legislativo. Se trata de Roberta Zambrano (PSC), quien lidera la votación para la Prefectura de Esmeraldas; Jorge Yunda, a la Alcaldía de Quito por Unión Ecuatoriana; Mayra Montaño (PSC-MG), electa concejal por la circunscripción urbana 1 de Guayaquil; José Francisco Asán (PSC y alianza) a la Alcaldía de Milagro; y Sonia Palacios a la Alcaldía de Baba por Alianza PAIS (AP).

En la bancada PSC y aliados, integrada por 15 asambleístas, seis renunciaron y solo tres ganaron. AP colocó dos y obtuvo uno; y Unión Ecuatoriana postuló uno y ganó.

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CREO junto a alianzas fue el único que no logró ningún puesto con sus cuatro exasambleístas; y MAR con el único.

Algunos de los exlegisladores que no lograron ganar dicen que dedicarán tiempo a su familia y a sus negocios. Como Paola Vintimilla, adherente al PSC, para quien es muy pronto para decidir si sigue en la política: “Todavía no he decidido, me estoy tomando unas semanas para pensar qué es lo que realmente quiero hacer. (Analizaré) todo lo que sucedió”.

Carlos Falquez (PSC) perdió la lid por la Prefectura de El Oro. Dice que, por ahora, estará concentrado en sus empresas: “Yo me reintegro a mis actividades personales, yo soy productor y exportador de banano. Le deseo lo mejor a la ciudad que tomó un rumbo”.

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En cambio, Poly Ugarte (CREO) indica que vigilará el cumplimiento de las propuestas del nuevo prefecto y afirma que seguirá en la política y en actividades de ayuda social.

Luis Fernando Torres (PSC-Tiempo de Cambio), Ricardo Zambrano (AP) y cuatro exasambleístas más tampoco obtuvieron una dignidad local.

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Ellos, que se arriesgaron a una candidatura local, según el analista Francisco Palomeque, apostaron al fortalecimiento de su imagen en un escenario político más amplio: “Es complicado fortalecer la imagen desde la Asamblea. Esto se puede ver en el Senado americano, que cuando uno llega se fortalece y termina como presidenciable. En la Asamblea es complicado para una posterior elección”.

En cambio, el analista Oswaldo Moreno cree que ninguno de los dos cargos: asambleísta o una dignidad local sea peor que otro porque las funciones son distintas. Todo depende de cada escenario. Pone como ejemplo la sorpresa que le causó que Torres, alcalde de Ambato en 1992, no logre una nueva elección: “Para mí ha sido uno de los mejores parlamentarios en los últimos años, pero no se traslada en el ámbito electoral, (depende) de muchos factores”.

Sobre Falquez opina que es por desgaste: “(Esto) termina siendo un síntoma de que ese partido (PSC) tiene que hacer una renovación, más si hay una aspiración presidencial”.

Palomeque cree que la candidatización en cantones es para fortalecer una futura presidenciable, en el caso del PSC con Jaime Nebot y en CREO con Guillermo Lasso: “(Además) fue una apuesta de ellos (exasambleístas), queriendo salir de la particularidad de la Asamblea que no los llevaba a ningún lado. A algunos sí les jugó y a otros no”. (I) 

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