Antes de la aparición de la primera moneda en lo que hoy es Ecuador, el comercio entre los nativos de este territorio se realizaba a través del trueque. “La ausencia de un medio de pago tangible que simplificara el comercio obligó a disponer de distintos objetos para el intercambio, muchos de ellos indispensables para la vida diaria. Para ello se emplearon todo tipo de bienes de consumo agrícolas (como granos de cacao, coca o tabaco) hasta tejidos de algodón o pieles de animales, pasando por productos como la sal, metales y piedras preciosas (perlas, esmeraldas, oro, plata en fragmentos, hachuelas de cobre, obsidiana), plumas de quetzal, conchas ensartadas, cerámica, objetos para el uso ceremonial e incluso conocimientos chamánicos”.