Antes de su muerte, el pasado lunes, el papa Francisco realizó una donación personal de 200.000 euros (226.460 dólares) destinada a los presos, en lo que eran “sus últimas posesiones”, aseguró este miércoles el obispo Benoni Ambarus, director de la oficina para la pastoral carcelaria y encargado de asuntos caritativos en Roma.