El ejercicio físico regular ayuda a mejorar la salud y cuidar el corazón. El deporte fortalece este músculo cardíaco, mejora la circulación sanguínea y reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares, como por ejemplo la hipertensión.

La presión arterial mide la fuerza que ejerce la sangre contra las paredes de los vasos sanguíneos. Con el tiempo, una hipertensión arterial no controlada puede hacer que las arterias alrededor de los riñones se estrechen, se debiliten o se endurezcan.

Ejercicios como un trote o un paseo por la calle, son pequeñas acciones que pueden ayudar a mantener la salud cardiovascular. Un reciente estudio científico planteó que un sencillo ejercicio casero puede reducir drásticamente la presión arterial: las sentadilla contra la pared.

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La investigación desarrollada por científicos de Gran Bretaña analizó 270 investigaciones previas que examinaron el vínculo entre el ejercicio y la presión arterial. Ellos identificaron que correr, caminar, andar en bicicleta, el entrenamiento de fuerza y los ejercicios en intervalos de alta intensidad ayudan a controlar hipertensión. Sin embargo, la actividad más efectiva que observaron fue el ejercicio isométrico, que consiste en contraer un conjunto de músculos sin moverse, como las tablas.

El estudio publicado en British Journal of Sports Medicine, se suma a un creciente número de trabajos y evidencias que indican que las ráfagas rápidas de ejercicio, como por ejemplo acelerar las caminatas durante un viaje al trabajo o cargar las compras del supermercado con un poco más de vigor, pueden tener beneficios significativos para la salud general de las personas. (I)