Al igual que nuestro cuerpo, la mente necesita ejercitarse para mantenerse activa, pues es normal que, con el paso de los años, se produzcan ciertos deterioros de la memoria. Lo que especialistas recomiendan en estos casos es realizar algunos juegos para fortalecer la concentración.

A diario nos enfrentamos con actividades que requieren mucha atención. Trabajar, estudiar o cocinar son algunas de ellas y al presentar un deterioro en la memoria, estas actividades se verán afectadas.

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La red de universidades Learn Chile explica que los juegos permiten que las habilidades cognitivas se desarrollen al máximo. Además, esos ejercicios permiten pensar en estrategias, lo que estimula a que el cerebro procese infinitas opciones que lo mantienen activo.

Los olvidos y los trastornos de memoria no son exclusivos de las personas mayores. Imagen: Pexels

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Juegos para fortalecer tu memoria y concentración

Crucigramas o juegos de palabra

Un trabajo de investigación publicado por El Diario.es revela que los juegos con palabras son de gran ayuda para fortalecer la memoria, ya que el lenguaje es un elemento clave en el funcionamiento de los engranajes cerebrales.

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Sudoku

Jugar Sudoku te ayuda a fortalecer tu concentración y memoria. Además, te permite reducir el estrés y ansiedad.

Sopa de Letras

Otro de los juegos que recomiendan los especialistas es Busca Palabras o Sopa de Letras, ya que este ayuda en la percepción visual que forma parte del entrenamiento de nuestra mente.

Asimismo, explican que este juego ayudan a prevenir el deterioro cognitivo, ya que agilizan nuestra vista y mente.

Tomar café mejora la memoria y los estudios de Harvard comprueban que retrasa el deterioro del proceso cognitivo

Otros ejercicios para la mente

Hay actividades que realizamos a diario y si le ponemos un poco de creatividad se pueden convertir en ejercicios muy útiles para fortalecer nuestra memoria.

Uno de ellos es usar el reloj en el brazo contrario a donde siempre se lo hemos llevado o realizar ciertas tareas con la mano opuesta a aquella con la que siempre se hace.

Vestirse con los ojos cerrados o hacer trayectos diferentes para visitar lugares habituales, como la casa de familiares o amigos, son ejercicios efectivos. (I)