El virus de la influenza A (H3N2) subclado K ha llegado a Sudamérica luego de pasar una temporada agitando a la población del norte del continente. Las recomendaciones de las agencias de salud también están listas. La alerta epidemiológica se activó el 4 de diciembre, cuando la Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS) informó del aumento de la circulación del virus en Europa y en varios países del este de Asia.

¿Qué tiene de diferente? “Hasta el momento, no se ha documentado un cambio significativo en la gravedad clínica, en términos de hospitalización, ingresos a cuidados intensivos o defunciones”, es el resumen de la OMS. Pero sí ocurre con mayor gravedad entre las personas mayores.

La H3N2 en Estados Unidos

El doctor Marco Ruiz Andia, especialista en enfermedades infecciosas de Cleveland Clinic, explica que los síntomas son muy similares a los de otras infecciones gripales: fiebre, tos, secreción nasal, cansancio, dolores musculares, escalofríos, dolor de garganta y dolor de cabeza; es decir, no hay algo exclusivo que permita diferenciar la H3N2 de otras cepas; “el diagnóstico específico requiere pruebas de laboratorio (hisopado nasal o PCR)”.

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¿La vacuna estacional de influenza nos protege contra esta gripe? Ruiz Andia considera que sí, aun si se trata de una variante mutada (como el subclado K), vacunarse ayuda a prevenir las hospitalizaciones y los casos más severos. “La vacunación anual continúa siendo la mejor estrategia de protección individual y grupal, incluso frente a cepas divergentes”.

El virus de la influenza A (H3N2), subclado K, solo puede confirmarse a través de la prueba de hisopado o de PCR. Foto: Shutterstock

Este virus, como los anteriores, llega en época de inevitables reuniones. ¿Hay razones para limitarnos? ¿Debo cancelar alguna de esas reuniones de Año Nuevo? Si bien no es necesario un confinamiento general, Ruiz Andia nos hace un recordatorio de las medidas habituales:

  • Mascarilla al estar en multitudes o en espacios cerrados.
  • Distancia física, higiene de manos y evitar el contacto con personas enfermas.

Los grupos más vulnerables incluyen a los niños menores de 5 años, “especialmente los menores de 2 años”, precisa el doctor Ruiz Andia. Las personas mayores de 65 años. Y quienes tienen condiciones de salud subyacentes: cardiacas, respiratorias, inmunosupresión, entre otras.

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Si alguien se hace la prueba y resulta ser H3N2, así es como lo tratará su médico:

“Inicio temprano de antivirales, idealmente dentro de las primeras 48 horas desde los síntomas. Oseltamivir es el tratamiento de primera línea”, dice Ruiz Andia. Otras opciones incluyen zanamivir y baloxavir, según la edad y las comorbilidades.

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“En casos graves o con comorbilidades hay que iniciar el tratamiento antes de la confirmación, sin esperar al resultado del laboratorio”.

Las medidas de soporte son la hidratación, el descanso, el uso de antipiréticos y el aislamiento domiciliario para evitar el contagio. No use antibióticos sin prescripción; no le ayudará. No use antivirales sin supervisión médica; errará en la dosis y creará un riesgo de resistencia.

Por ejemplo, el doctor Ruiz Andia habla de hamameladina y amantadina, dos fármacos que ya no son recomendados ni efectivos para H3N2.

Tampoco combine varios remedios sin asesoría médica, porque puede ocasionar interacciones o efectos adversos.

La nueva variante de influenza, también en Chile

El médico internista Carlos Pérez, docente, investigador e infectólogo de la Clínica Universidad de los Andes, en Chile, indica que las cepas del virus influenza A (H3N2) están incluidas en la vacuna que estará disponible para el hemisferio sur en la próxima temporada (2026) y que confiere protección contra el subclado K, que está circulando actualmente.

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“Como siempre, estas vacunas no necesariamente evitan la infección, pero sí reducen el riesgo de enfermedad grave y de muerte”.

Pérez aclara que no se está imponiendo el uso universal de la mascarilla, “salvo a las personas que tengan enfermedades que afecten gravemente su estado inmune: quienes están haciendo quimioterapia o tratamiento inmunosupresor; si deben ir a lugares donde hay hacinamiento, a los centros de salud o usar el transporte (masivo), es recomendable que lo hagan, pero no de manera rutinaria”.

Es bueno tener un botiquín, pero evite usar antivirales y antibióticos sin prescripción médica.

En la lista de personas vulnerables, el doctor Pérez añade a quienes tienen enfermedades crónicas que afectan la respuesta inmune, a las embarazadas y a personas con obesidad mórbida.

“Si presenta síntomas sospechosos de influenza, esto es, escalofríos, fiebre, dolores musculares, dolor de cabeza, cefalea, dolor de garganta, secreción nasal, tos, consulte para determinar si se trata de esta u otra infección y cuál es el tratamiento más apropiado. Esto es especialmente relevante en el caso de niños pequeños, adultos mayores o personas con enfermedades crónicas”, insiste. Ellos se benefician de las campañas de vacunación. “Es una vacuna segura, efectiva y, en nuestros países, gratuita para estos grupos”.

En Ecuador, gripe se dice trancazo

En Ecuador, el médico infectólogo Alejandro Rivas indica que la variante K llama la atención por ser altamente contagiosa y que la vacuna contra la influenza que se aplicó durante 2025 no la contempló. “Sin embargo, son vacunas generales”, comenta. “Hay una inmunidad cruzada que puede protegernos medianamente”.

Agrega que el subclado K no es más ni menos grave que otros; no es comparable con el COVID, pero tampoco con el resfriado común. Se presenta con los síntomas de un trancazo.

La recomendación de Rivas sigue siendo evitar concentrarse en lugares cerrados, donde el virus circula de manera más efectiva. Es preferible buscar espacios abiertos, como las terrazas, o bien ventilados, con ventanas abiertas. “El aire acondicionado, si bien refresca el ambiente, hace que el aire recircule y se contamine más fácilmente”.

El aislamiento, buena idea si se contagió de gripe

El Ministerio de Salud Pública confirmó el primer caso de influenza A (H3N2) variante K en Ecuador, correspondiente a un paciente en el sur del país.

Si alguien se ha contagiado pese a todas las precauciones (lavado de manos, mascarillas), es preferible aislarse de cinco a siete días, aunque esto vendría a ser apenas un control de daños. Como expresa el doctor Rivas: “El contagio se inicia 24 horas antes de los síntomas; una persona que aparentemente no está enferma puede, por sus secreciones al hablar, contagiar a los demás”.

El hecho de que las escuelas, colegios y universidades entren en receso o en vacaciones es una ventaja; los niños en edad escolar y los jóvenes se contagiarán menos (aunque ellos no son tan vulnerables). “Es menos probable que haya brotes en ese sentido”, confirma el doctor Pérez, “pero naturalmente (en diciembre y enero) hay celebraciones y pueden ocurrir algunos contagios”. Si usted tiene síntomas, lo mejor sería no congregarse para no contagiar. “Y si tiene que hacerlo, use mascarilla”. (I)