Se dice que nuestro cuerpo tiene diversas formas de manifestar cuando algo no funciona bien. Pero no siempre es así: hay males discretos que no avisan su llegada, hasta que empiezan a provocar daños irreversibles (incluso algunos que llevan a la muerte). Se les llama enfermedades silenciosas y entre ellas está la hipertensión, llamada así a la presión arterial alta.