¿Alguna vez te has preguntado por qué a veces comes aunque no tengas realmente hambre? ¿O por qué a veces comes con tanta rapidez que no disfrutas la comida? La respuesta puede estar en los siete tipos de hambre que puede experimentar una persona.

Desde la hambre visual hasta el hambre emocional, cada uno de estos tipos de hambre influye de manera distinta en cómo nos relacionamos con la comida y el acto de comer.

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¿Cuáles son los siete tipos de hambre?

Hambre visual

Este tipo de hambre se obtiene luego de ver una comida apetecible. Foto: Freepik

Este tipo de hambre es la que se activa al ver algún platillo con una presentación cautivante o contenga ingredientes coloridos que estimulan la necesidad de comerlo, como indica la revista ¡Hola!

Hambre mental

El hambre mental se origina en pensamientos obsesivos sobre qué y cuánto comer, creando una disyuntiva entre lo “bueno” y lo “malo”, hasta que se calman las voces críticas al ceder a los impulsos alimentarios.

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Hambre estomacal

El “agujero en el estómago” es la expresión que define el hambre estomacal. Sin embargo, es recomendable consultar con expertos médicos si este tipo de hambre ocurre frecuentemente.

Hambre olfativa

El olfato juega un papel importante en el apetito. Foto: GETTY IMAGES Foto: BBC Mundo

El hambre olfativa se activa con ciertos aromas, como los de comida recién hecha, pueden abrir el apetito. Nuestro olfato juega un papel importante en cómo percibimos y respondemos al deseo de comer.

Hambre celular

El hambre celular se refiere a la necesidad fisiológica de nutrientes esenciales como agua, proteínas, grasas, carbohidratos, vitaminas y minerales. Esta demanda se satisface mediante una alimentación consciente y atenta a las señales del cuerpo.

Vitamina P: el componente que favorece la digestión y te ayuda a tener un peso saludables sin restricciones

Hambre bucal

Este tipo de hambre está relacionada a la necesidad de saborear cosas "ricas". Foto: Freepik

El hambre bucal se refiere al deseo de experimentar sensaciones placenteras en la boca, como llenarla de alimentos o sabores que nos agradan. Está relacionado con el placer sensorial que nos produce comer, más allá de la necesidad nutricional.

Hambre emocional

El hambre emocional surge cuando se usa la comida para llenar vacíos afectivos, como en momentos de soledad o tristeza. La necesidad de alimentos dulces suele vincularse a este tipo de hambre, al buscar consuelo emocional a través de la comida.

(I)

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