El canal auditivo está revestido con pequeños pelos y glándulas. El cerumen se compone de secreciones de estas glándulas, células de la piel y pelos que se han desprendido y bacterias habituales que viven en la superficie de la piel.

Existen personas que por diferentes causas producen una cantidad excesiva de cerumen. También se da el caso de quienes tienen problemas con el bloqueo de la cera, porque introducen objetos en sus oídos, lo que hace que la cera se incruste profundamente dentro del canal auditivo, según lo publicado por Mayoclinic.

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Sin embargo, en la mayoría de las personas los oídos se autolimpian. El cerumen migra desde lo más profundo del canal auditivo hasta su abertura a través de diversos mecanismos, incluido el patrón normal de migración de la piel y el movimiento de la articulación de la mandíbula.

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Estos mecanismos ayudan a empujar el cerumen hacia la abertura del canal auditivo. Una vez que llega, se cae o se lava.

Los expertos aseguran que no es necesario tomar medidas adicionales para mantener los oídos limpios. Foto: Shutterstock

Por lo tanto, no es necesario tomar medidas adicionales para mantener los oídos limpios. Es suficiente con lavarse el cabello con frecuencia y secarse suavemente la abertura del canal auditivo con una toalla.

Además, está la opción de acudir al médico para eliminar el exceso de cera. En una clínica lo hacen utilizando un pequeño instrumento llamado cureta, succión u otros métodos especializados.

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¿Cómo limpiar los oídos?

El médico puede recomendarle que use gotas de peróxido de hidrógeno en sus oídos. El peróxido de hidrógeno, conocido también como agua oxigenada, es un cerumenolítico. Esto significa que ablanda, afloja, disuelve y descompone el cerumen.

Pero este tratamiento solo debe realizarse bajo la supervisión de un profesional de la salud quien dará sus indicaciones para hacerlo de manera adecuada, incluyendo la cantidad de gotas al igual que la duración.

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Las gotas de peróxido de hidrógeno no deben utilizarse en personas que tienen antecedentes de infecciones de oído recurrentes.

Probablemente su médico le pedirá que regrese después de completar el tratamiento para tener la seguridad de que se elimine cualquier resto de cerumen y realizar un examen de oído.

Las gotas de peróxido de hidrógeno no deben utilizarse en personas que tienen antecedentes de infecciones de oído recurrentes, perforaciones en los tímpanos o cirugías de oído previas. Puede causar daño y dolor en estos casos.

Mantenga los objetos fuera de los oídos

Algo muy importante: nunca intente sacar el exceso de cerumen o el cerumen duro con un clip, un hisopo u otro objeto pequeño. Ya que con ellos puede empujarlo a lo más profundo del canal auditivo, lo que causaría una retención de cerumen.

Los hisopos y otros objetos pequeños pueden traumatizar la frágil piel del canal auditivo y provocar infecciones y hemorragias. Además, pueden alterar los pequeños vellos que protegen la piel de esta parte del oído. Otra gran razón para evitarlos es que los Q-tips contribuyen a los desechos plásticos de un solo uso.

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