Santiago Paliz, gerente de Empack, habla de un “renacer” de su empresa que fue golpeada en los primeros meses de la pandemia. En 2019 empezó a promover con fuerza sus sorbetes biodegradables creados a base de bagazo de caña, a través de una mezcla única y patentada, que se degradan en un máximo de 25 meses. Recibió varias certificaciones internacionales que acreditaban el producto y logró exportar las pajillas a Estados Unidos, Chile, El Salvador, Canadá, por ejemplo.