El pasado 19 de mayo, personal de la Unidad de Protección del Medio Ambiente de la Policía Nacional y del Ministerio del Ambiente, Agua y Transición Ecológica retuvieron 22 ejemplares de aves en el aeropuerto Mariscal Sucre de Quito. Un extranjero belga pretendía traficarlas al exterior.

Eran tangaras lentejueladas, lomiamarillas, esmeralda y nuquidoradas. Dos murieron por una posible insuficiencia cardiaca, otras siete por factores como el clima, cambios de altura o estrés, y las últimas dos perecieron horas antes de ser liberadas debido al estrés, según informó el Ministerio del Ambiente en un comunicado el pasado 28 de mayo.

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Las otras once fueron reintroducidas a bosques nublados del noroccidente de Pichincha tras pasar un periodo de rehabilitación de seis días posteriores a su rescate en el Zoológico de Quito, pues muchas tenían las alas cortadas.

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Las aves liberadas eran de las siguientes especies:

  • Siete tangaras lentejuelas (Tangara nigroviridis), soltadas en la reserva de bosque nublado La Elenita.
  • Tres tangaras lomiamarillas (Hemithraupis flavicollis), también liberadas en La Elenita.
  • Una tangara esmeralda (Tangara florida), en el Pachijal.

El tráfico de vida silvestre, según el Código Orgánico Integral Penal, está penado con cárcel de hasta tres años, según el artículo 247.

Durante lo que va de este año ya se han realizado 220 procedimientos de rescate y 78 retenciones de vida silvestre. (I)