Cuando comenzó mi viaje a los institutos psiquiátricos, me internaron, me dieron todo tipo de trato y me escapé a la primera oportunidad, deambulando todo lo que pude antes de regresar a casa con mis padres. Pasábamos por un periodo de luna de miel, entonces, inevitablemente, volvía a tener “mala compañía”, como la llamaba la familia (al mundo del arte), y las enfermeras reaparecían.
Mi pasado en psiquiatría (parte I)
Algunas batallas de la existencia solo tienen dos resultados posibles: te destruyen o sales más fuerte. El hospital psiquiátrico fue una de esas peleas.
Una noche, mientras hablaba con otro paciente, le dije:
— ¿Sabes?, creo que todo el mundo, en un momento u otro, sueña con ser presidente de la República. Pero ni tú ni yo podremos aspirar a ello, gracias a nuestra biografía.
— Entonces no tenemos nada que perder —respondió mi interlocutor—. Podemos hacer lo que queramos.
Me pareció que tenía razón. La situación en la que me encontré fue tan extraña, tan extrema, que vino con un elemento sin precedentes: la libertad total. Todos los esfuerzos de mi familia para convertirme en alguien que pudiera integrarse tuvieron el efecto opuesto: ahora era radicalmente diferente de todos los jóvenes de mi edad.
Esa misma noche reflexioné sobre mi futuro. Por un lado, podía convertirme en escritor; por el otro, podía entregarme a la locura, que parecía más viable. Entonces sería cuidado por el Estado, sin tener que trabajar ni asumir ninguna responsabilidad. Por supuesto, tendría que pasar buena parte de mi tiempo en institutos psiquiátricos, pero la experiencia me había demostrado que los pacientes que atendían no se comportaban en absoluto como los locos de las películas de Hollywood.
Salvo algunos casos críticos de catatonia o esquizofrenia, la mayoría de ellos eran bastante capaces de hablar de la vida y, además, tenían una visión singular sobre el tema... Mi mayor riesgo en el hospital era no perder la esperanza de ser algún día presidente de la República, ni sentirme marginado o tratado injustamente por mi familia... (O)