Si a algún lector aún le resulta nuevo el nombre Jero Freixas en Ecuador, dedico esta columna a él y a su esposa, Jose de Cabo, quienes desde el Mundial del 2018 se volvieron famosos por los videos cortos que publicaban en las redes sociales, videos llenos de humor con los que más de un fanático del fútbol seguramente se sintió identificado. Y, lógicamente, las parejas de estos fanáticos, también.

Este influencer argentino, fan extremo de Messi, vive al máximo el fútbol de todas las formas que uno se puede imaginar. No se pierde un partido (hasta los que nadie ve), hace el álbum de figuritas del Mundial, se compra las camisetas de los equipos (y las que no se compra, se las regala su esposa). No importa de qué equipo se trate, pero siempre importará más para él si el jugador de ese equipo es Messi, si la figurita que le sale es la de Messi y si el balón de oro se lo gana Messi, así no esté nominado.

La cuenta de Instagram de este comediante ya superó el millón de seguidores, en Twitter está arriba de cuatrocientos mil, su canal de YouTube casi llega a esa misma cifra de suscriptores y en Facebook ya lo siguen más de setecientos mil usuarios. Las presentaciones en vivo que realiza en las giras con su esposa Jose son también un éxito de taquilla.

Desde que empecé a seguir sus cuentas no solo me siento identificada (con su esposa, claro), sino que además siempre encuentro en mi mente a alguien que estaría viviendo con tal intensidad ese momento relacionado con el fútbol, alguien cuya vida gira en torno a este deporte y alguien que lo daría todo por una figurita del álbum.

Jero y Jose nos dan minutos de humor cada día, pero nos dejan la mente rodando por horas y la sonrisa marcada por semanas. Si quieren entrar desde ya en ambiente mundialístico con humor, les recomiendo seguir a @jerofreixas.