La última aparición pública y oficial de Meghan Markle y el príncipe Harry ocurrió en mayo cuando asistieron a una ceremonia de premios en Nueva York que terminó con una persecución de paparazzi. Ahora, dos meses después de aquel episodio la pareja reapareció en un video difundido por el Fondo de Energía Juvenil de Tecnología Responsable (RTYPF).

Los duques de Sussex forman parte de dicha fundación como miembros del comité asesor y en otras oportunidades han colaborado en grabaciones para la misma.

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En las imágenes Meghan y Harry aparecen sentados uno al lado del otro en un sofá aparentemente desde su residencia en Montecito, mientras la exactriz, con teléfono en mano, se comunica con los ganadores de los fondos para la nueva subvención de tecnología. Ambos aparecen sonrientes, pero sin cruzar miradas como en otras oportunidades.

Pese a que los esposos en todo momento se dejaron ver alegres, medios como Semana recalcan el hecho de que no hubo contacto visual ni físico o algún gesto de complicidad como solían hacerlo. Siguiendo en la misma del análisis del lenguaje corporal de los Sussex, desde el medio apuntan a un posible distanciamiento.

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De este modo dan pie a la posibilidad de que los duques de Sussex estén más distantes que antes.

No obstante, desde la prensa británica hay una opinión muy distinta pues creen que esta fue la oportunidad que vio la pareja para echar tierra a los agotadores rumores de una posible separación entre ellos.

El medio Mail Online cita fuentes que aseguran que la pareja “está bien” y los rumores de distanciamiento entre ellos son infundadas, incluso luego de darse a conocer que Harry hará un viaje a África sin la compañía de Meghan Markle.

“Es un viaje de trabajo, no es señal de problemas”, exclamó la fuente haciendo referencia a una nueva producción de Harry para Netflix.

Las especulaciones en torno a una posible separación de la pareja no se detienen y se suman al revés que ha sufrido la pareja en los últimos meses en cuanto a la creación de contenido, una situación que los llevó a perder un lucrativo contrato con Spotify y tiene en riesgo el acuerdo de los Sussex con Netflix. (E)

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