Nicolás Otamendi, defensa central de la selección argentina, que es la primera finalista del Mundial de Qatar 2022, le regala flores a su esposa dos veces al año, en San Valentín y en su cumpleaños, costumbre que lleva tan a rajatabla como sus tareas defensivas en la selección de Messi y compañía.
El Vikingo Otamendi y Celeste Rey empezaron su historia como amigos. En 2015 comenzaron su relación romántica, mientras el defensa central argentino, en ese entonces de 24 años, daba sus primeros pasos en el fútbol inglés, en el Manchester City dirigido por su compatriota Manuel Pellegrini.
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La pareja lleva un perfil bajo en las redes sociales, a tal punto que Rey no tiene abiertos sus perfiles al público y no aparece con frecuencia en las fotos que sube Otamendi a sus perfiles. Esta actitud data del inicio de su relación, pues solo decidieron hacerla pública después de que fueran descubiertos en público por paparazzis ingleses mientras paseaban en Londres.
Celeste fue un soporte clave para el Vikingo durante la serie de finales continentales que perdió la selección argentina entre 2015 y 2018, culminando con la eliminación tempranera de la Albiceleste del Mundial de Rusia 2018. Sin embargo, el apoyo dio frutos tres años después, cuando Argentina ganó su primer título en décadas, en la Copa América 2021, torneo en el cual Otamendi fue un pilar fundamental de su selección. Rey y Otamendi tienen dos niñas y un niño: Morena, Mía y Valentín Otamendi.
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Otamendi inició su carrera futbolística en el club argentino Vélez Sarsfield, y migró muy joven al Porto, club portugués. Pasó por el Manchester City, en Inglaterra, y ya lleva tres temporadas jugando en el Benfica, donde es pieza fundamental de la defensa. Ahora disputará su segunda final de un mundial el próximo domingo, 18 de diciembre. (E)