Primero fue una rueda de prensa que estudiantes de catorce colegios de la ciudad convocaron, con el respaldo del Archivo Histórico del Guayas, para solicitar el retiro del programa de televisión ‘Mi recinto’. Luego un foro sobre el mismo tema, al que asistieron, aunque dijeron que no habían sido invitados, el director y protagonista del programa en cuestión, algunos de los artistas que en él participan y el director de noticias del canal que transmite el programa.

La reseña de este periódico sobre el foro nos acercó a lo que dijeron unos y otros y, lo más importante, nos informó que al final el actor director pidió disculpas con frases como “perdón si en algún momento les falté el respeto” y ofreció enmendar el programa ya que su intención no había sido ofender.

Como una resolución del foro se programa realizar una casa abierta en la que la Corporación de Montubios del Litoral mostrará cómo es la vida en el campo y sus valores, ya que el programa demuestra desconocimiento de lo que presenta y difunde.

Luego, se ha dado a conocer un comunicado con la posición oficial del canal que transmite el programa en el cual se afirma la disposición para escuchar a los televidentes y realizar los cambios necesarios.

Este artículo, no pretende ser uno más de los que se han escrito sobre el programa mencionado, lo que busca es destacar que cuando la sociedad se organiza para plantear algo y se dialoga sobre ello, con argumentos, con seriedad, con apertura, se aclaran ideas y se encuentran soluciones. Qué bueno sería que se cumpla lo ofrecido, que los chicos que tomaron la iniciativa hagan un seguimiento y que el talento nacional se ponga al servicio de la divulgación y conocimiento de nuestra cultura, una y múltiple.

Los jóvenes estudiantes, sin duda, tomaron la iniciativa porque están preparados, porque conocen la identidad costeña, porque han recibido información sobre el tema, porque han aprendido que tienen derecho a participar y porque han entendido que haciéndolo, se obtienen los cambios.

No sé si realmente, cambiará el programa que motivó la protesta. Supongo que sí, si quieren ser consecuentes con su palabra y supongo que para hacerlo deberán estudiar la cultura que quieren representar, pero propongo que como un propósito colectivo nos propongamos participar, discutir, tomar iniciativas cuando creamos que algo vulnera la sana convivencia. Dialoguemos, expresemos nuestros criterios, busquemos acuerdos. El que un grupo de jóvenes haya tomado una iniciativa así, permite la esperanza.