En el 2015, Brasil sufrió una de sus mayores catástrofes medioambientales: los poblados de Bento Rodrigues y Paracatu de Baixo literalmente desaparecieron del mapa cuando una avalancha de lodo tóxico, originada por la empresa minera Samarco, arrasara con todo lo que estuvo a su paso. Las experiencias de quienes sobrevivieron a esta tragedia están plasmadas en Lama, el nuevo libro de la escritora y periodista guayaquileña Sabrina Duque.

Cuando decidió empezar con este libro de crónicas, Duque tuvo tres motivaciones: la primera fue su llamado periodístico a buscar qué era lo que había pasado con la gente que sobrevivió a este hecho; la segunda fue la poca información que había en español sobre el desastre; la tercera, y tal vez una de las más fuertes razones, fue el hecho de que dos amigos “muy queridos”, que vivían en Mariana (un poblado cercano que fue afectado por la avalancha), no dieran señales de vida.

“No vi mucha cobertura de lo que ocurrió en Mariana y quería dejar una historia en blanco y negro de lo que ocurrió en Mariana, porque creo que la gente que lee en español tenía que enterarse de la magnitud de lo que ocurrió en Brasil”, cuenta la autora radicada en Nicaragua y que la semana pasada visitó el país para presentar su obra en la FIL de Quito, que es parte de la colección Caja Negra de la Editorial Turbina (Ecuador).

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Duque explica que el proceso de desarrollo del libro fue un tanto largo, pues estuvo recopilando información sobre esta tragedia durante un año y medio aproximadamente. Añade que para ella Lama se ha convertido en una obsesión, especialmente las historias de los refugiados. “Estaba siguiendo las coberturas del estado de Minas, de los juzgados y hay un momento en que siento la necesidad de ir, y me voy y conduje desde Brasilia (donde residía en ese momento) hasta Mariana e hice de ella mi base de trabajo. Fue una semana que pasé día y noche con ellos, hablando con las personas, con varias familias de Mariana, con autoridades”, narra la periodista, quien agrega que el proceso de escritura le llevó de 2 a 3 meses. (F)

Es un ejercicio personal que sentía que yo debía cumplir como periodista. Siempre cubrí los desastres naturales y todas las historias de la desgracia, pero nunca hice una evaluación después de un año, de cómo vive la gente que fue alcanzada por ella.Sabrina Duque, escritora.