En las elecciones del 5 de febrero de 2023 hubo un resultado sin precedentes en Ecuador. Ocurrió en Calacalí, una parroquia ubicada a 17 km de Quito, cantón al que pertenece. Ahí los votos nulos superaron a quienes los partidos y movimientos políticos habían postulado para la junta parroquial.

De los 3.880 electores que acudieron a las urnas, 1.882 anularon su voto y 189 los dejaron en blanco. Ninguna de las cuatro listas inscritas logró superar al nulo y la autoridad electoral decidió que habrá nuevos comicios, un proceso que arranca de cero.

El Consejo Nacional Electoral aprobó el inicio del periodo eleccionario el pasado 19 de abril. Se elegirá a cinco vocales principales y suplentes de la junta parroquial para el periodo 2023-2027.

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Esto en lo oficial. Pero detrás de los resultados está una lección potente para los partidos políticos: hay ciudadanos que no están dispuestos a que les impongan autoridades en las listas porque no hay por quién más votar.

El turístico Calacalí, el del monumento a la mitad del mundo, el que alberga la casa museo de Carlota Jaramillo, el de la reserva del bosque nublado Yunguilla, se rebeló y demostró a todo el país que es posible no conformarse con los candidatos que los partidos ofrecen y exigir más.

Ahora tendrán que pensar mejor en la selección de los postulantes a la Junta Parroquial de Calacalí, pero también los políticos en general deben poner las barbas en remojo, porque hay una reacción. El rechazo en Calacalí no debe tomarse como un hecho aislado o anecdótico. Ecuador tiene la opción de resistirse a una papeleta con postulantes que no le ofrecen soluciones reales, al menos así lo sentirán –en principio– en parroquias y cantones donde todos se conocen. La selectividad en el momento de la votación tiene que pesar para que en las listas no se privilegien intereses personales por encima de capacidades.

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Calacalí abrió una puerta electoral distinta que otras poblaciones decidirán si cruzan; de hacerlo, se debe estar vigilante de que los métodos de votación y asignación no alteren la decisión de los mandantes. (O)